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Semejante falta de fe en la virtud de los demás, es una de las consecuencias más tristes del pecado. Pero una prueba de que en esta pobre víctima de su propia fragilidad y de la dureza de las leyes del hombre, la corrupción no había hecho mucho progreso, consistía en la constante lucha de su espíritu para creer que ningún mortal era tan culpable como ella misma.

Esto es otra cosa dijo precipitadamente Montiño. El padre Aliaga no contestó. Montiño se encontraba terriblemente predispuesto á la confesión y continuó: Esta alhaja me la ha dado el duque para una dama. Hizo un gesto de repugnancia el padre Aliaga. Se trata de una dama á quien conoce el duque de Uceda. ¡Qué vergüenza! ¡qué corrupción! ¡qué escándalos! exclamó el padre Aliaga.

Lo más extraño, lo más admirable era aquello... sus visiones de la noche memorable del concierto, de aquel concierto en que nacieron gran parte de las desdichas de su casa, la corrupción al por mayor metida en ella.

¡Si usáramos el mismo procedimiento! No hay duda que ya durante la dominación española conocíamos en Filipinas la existencia de criminales condenados a muerte y presidio por asesinato, robo, estupro, sacrilegio y toda clase de crímenes, y que la corrupción de costumbres no era ni desconocida ni rara.

Cuanto he oído en Benarés en boca de los brahmanes y cuanto después me ha expuesto Sankarachária en su misterioso retiro son la corrupción del mencionado himno del Rig-Veda, donde el vate de los primeros tiempos busca a Dios, le columbra y le admira en las cosas creadas y le reconoce y le adora.

33 la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesus; como también en el salmo segundo está escrito: Mi hijo eres , yo te engendré hoy. 35 Por eso dice también en otro lugar: No permitirás que tu Santo vea corrupción. 36 Porque a la verdad David, habiendo servido en su generación a la voluntad de Dios, durmió, y fue juntado con sus padres, y vio corrupción.

Y no lo es porque en Francia nos quieran mal ni porque falten en Francia personas eruditas que conozcan tan bien ó mejor que nosotros nuestra historia, nuestra lengua y nuestra cultura, sino porque la generalidad de los franceses está tan engreída, y no sin razón, si cabe razón en el engreimiento, que casi no puede concebir que, desde los principios del siglo XVIII hasta ahora, se haya hecho en España más que remedarlos ó permanecer en la barbarie ó corrupción mental en que habíamos ó se supone que habíamos caído.

Algunos creen que el nombre de Ligao está tomado de un árbol, así llamado, que antiguamente abundaba en su término: nosotros respetando esta opinión nos inclinamos á creer que aquella palabra es corrupción del término bicol Licao que significa irse ó separarse, no siendo extraño se le diera tal denominación al tener en cuenta la situación que ocupa aquel pueblo, separado en la antigüedad por larga distancia de la carretera real.

18 Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada. 21 con esperanza que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Además, esta existencia errante halagaba su ansia por todo lo extraordinario. En los hoteles de Niza, falansterios de la corrupción mundial correcta e hipócrita, se había visto agraciado en la obscuridad de su cuarto por las más inesperadas visitas.