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Actualizado: 26 de junio de 2025


La América entera se ha burlado de aquellas famosas fiestas de Buenos Aires y mirádolas como el colmo de la degradación de un pueblo; pero yo no veo en ellas sino un designio político, el más fecundo en resultados. ¿Cómo encarnar en una República que no conoció reyes jamás la idea de la personalidad de gobierno?

Este notición colmó de entusiasmo á don Silvestre, que tornó á abrazar á su amigo, quejándose de que le hubiera creído capaz de cobrarle pupilaje.

En el modo de dejar guantes, bastón y sombrero, cada cosa por su lado; en la manera de sentarse, en la confianza y familiaridad de su lenguaje, en todo parecía, no un amigo, sino el amo de la casa. Para colmo de atrevimiento se convidó a comer, diciendo con el mayor desparpajo: Aquí me quedo... Solitos... Lo único que siento es tener que marcharme luego.

¡Qué militar tan valiente que no puede con una cesta de ropa! exclamaba la niña en el colmo de la alegría. ¡Quisiera yo ver aquí a Prim y a Espartero y hasta al mismo Napoleón! Esta no es una cesta cualquiera... Hay aquí lencería para un regimiento... ¡Quita allá! Si no fuese que me haces reír, yo sola era capaz de llevarla. Después de mucha risa y no poca brega, llegó la cesta a su destino.

Este descubrimiento me colmó de la mayor alegría. Ante todo, porque veía embellecerse mi vida con un encanto, que no dejaba por eso de ser real, y luego, porque si yo amaba, era seguramente correspondida. En efecto, amaba al señor de Couprat porque me había parecido hechicero; por consiguiente, mi aspecto debió producir en su corazón el mismo sentimiento, puesto que él me hallaba encantadora.

Para colmo de la devoción y muestras de júbilo, varios mozos tenían escopetas y trabucos, y disparaban tiros sin bala ni perdigones, pero con mucha pólvora y muy apretada por el taco, a fin de que retumbase más el tronido. En suma, la procesión no dejó nada que desear. El público quedó muy satisfecho.

Acercose velozmente a ellos y cuando ya estuvo próximo exclamó con sorpresa: ¡Si es el paisano Barragán...! Pero Barragán ¿ por aquí...? Y sin vacilar se acercó a él y ambos quedaron abrazados. Elena en el colmo de la desesperación le gritaba: ¡Germán, no le abraces! ¡por la Virgen no le abraces...! ¡Mira que va a echarte un lazo al cuello...!

Pero pongamos la cuestión bajo su verdadero aspecto. Considera un instante que si esa casa, a consecuencia de la catástrofe conocida, hiciera malos negocios, que si para colmo de mala suerte, el señor Aubry llegase a morir, sobrevendría la ruina en breve término.

¡Vaya por Dios! ¡vaya por Dios! murmuró el caballero con acento que distaba mucho de sonar como el grito de triunfo del vencedor satisfecho. Le pasó la mano suavemente por el lomo y quiso reconocerle la herida; pero el pobre animal lanzaba mayidos cada vez más dolorosos. ¡Qué diablo! ¡qué diablo! profirió en el colmo del disgusto.

, dijo el señor Macey, en el colmo de la satisfacción . En nuestra familia tenemos fama de músicos desde la época más remota. Pero estas cosas se van, como yo le digo a Salomón todas las veces que aparece por aquí; ya no hay voces como antaño, y nadie se acuerda de lo que nosotros nos acordamos, excepto de los viejos cuervos.

Palabra del Dia

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