Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de junio de 2025
Falto de fuerzas, me quedé dormido al amanecer, cuando la campana llamaba ya las gentes de los lejanos caseríos situado en las dos altas cadenas de montañas, a la ceremonia de la segunda sepultura.
Enfrente el suelo se deprimía poco a poco, ofreciendo grandioso panorama de verdes colinas pobladas de bosques y caseríos, de praderas llanas donde pastaban con tranquilidad vagabunda centenares de reses. En el último término dos lejanos y orgullosos cerros que eran límite de la tierra, dejaban ver en un largo segmento azul purísimo del mar.
Fué tal el ascendiente que llegaron á tener sobre estos indígenas, y el buen éxito coronó de tal manera sus esfuerzos, que bien pronto las cabañas dispersas de aquella poblacion salvage se vieron reemplazadas por multitud de hermosos caseríos, que respiraban el órden y la limpieza, y en medio de los cuales se levantó una espaciosa iglesia con su convento.
Muchos de aquéllos, fatigados de admirar palmeras y caseríos blancos, acababan por volver las espaldas, refugiándose en los sitios más frescos y sombreados. Únicamente sentían verdadero interés por el país de su destino, la tierra de la esperanza, donde les aguardaba, según sus informes, la fortuna impaciente. Ellos iban a Buenos Aires.
Las formas de las cosas se desvanecían, perdidas poco a poco en la incertidumbre de la naciente oscuridad, y los contornos de árboles, caseríos, lomas y plantíos iban desvaneciéndose, permitiendo apenas destacar sus negras masas entre los espirantes resplandores del día.
Gozaba de mucha popularidad en la comarca, siendo conocido por su nombre lo mismo en la villa que en los caseríos del concejo. Entre los perros también era bien quisto. Todos confesaban que tenía una razón muy clara y le juzgaban incapaz de jugar una perrada á nadie. Si la raza canina convocase un parlamento, el Canelo sería indudablemente el candidato indicado para aquel distrito.
Eran caseríos desparramados en muchos kilómetros, sin más núcleo que la iglesia y las casas del cura y el alcalde. La única población era la capital, la llamada en los antiguos documentos «Real Fuerza de Ibiza», con su barrio anexo de la Marina. Cuando un atlot llegaba a la pubertad, su padre lo llamaba a la cocina de la alquería en presencia de toda la familia.
Hacia la duodécima hora del cuadrante nocturno una luna más nebulosa que las otras, de una especie que las hadas han probado ser la mejor, desciende hasta bajo el horizonte y pone su centro sobre la corona de una eminencia de montañas, mientras que su vasta circunferencia se esparce en vestiduras flotantes sobre los caseríos, sobre las mismas mansiones distantes, sobre bosques extraños, sobre la mar, sobre los espíritus que danzan, sobre cada cosa adormecida, y los sepulta completamente en un laberinto de luz.
No lo cambiara Barbarita por ninguno de los modernos hoteles, donde todo se vuelve escaleras y están además abiertos a los cuatro vientos. Allí tenía número sobrado de habitaciones, todas en un solo andar desde el salón a la cocina. Ni trocara tampoco su barrio, aquel riñón de Madrid en que había nacido, por ninguno de los caseríos flamantes que gozan fama de más ventilados y alegres.
Con frecuencia se destacan al volver un recodo pequeños caseríos miserables, compuestos de chozas negras, deprimidas y desmanteladas, que revelan muy poco bienestar y demasiada incuria. La mayor parte de esas casuchas raquíticas son de adobes ó piedras brutas mal unidas, cubiertas de paja ó de tejas destrozadas, que las lluvias y el viento han agujereado por todas partes.
Palabra del Dia
Otros Mirando