Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Maltrana, menos sensible a la emoción musical, examinaba de espaldas a esta mujer, fijándose en su nuca blanca, ligeramente sombrecida como el marfil antiguo. El casco de su cabellera tenía junto a las raíces un dorado tierno, que iba coloreándose hasta tomar en la superficie el tono rojizo del cobre fregoteado.

¡Por el Cielo! ¡es el casco de la otra tartana el que hunden esos perros! exclamó Blasillo en voz baja, mostrando al gitano los restos del pobre buque, que, iluminado a cada andanada, comenzaba efectivamente a hundirse . ¡Fuego sobre ellos, comandante, fuego! Silencio, niño respondió el condenado. Y se llevó a la cámara a Blasillo, haciendo descender también a Bentek.

Su velocidad era insignificante comparada con la de un trasatlántico, pero resultaba absurda en relación con la de los vapores mercantes de gran casco y pequeña máquina que iban solicitando carga á cualquier precio por todos los puntos. Esclavo de la superioridad de su buque y en continua lucha con ella, Ferragut se esforzó por seguir navegando sin grandes pérdidas.

Enfermo del pecho á consecuencia de los gases asfixiantes de los alemanes, había recibido, además, en la cabeza un casco de granada, y sufría de tarde en tarde accidentes nerviosos que le hacían caer al suelo privado de conocimiento. Los médicos hablaban con tristeza de su estado.

En el camarote del capitán, un inglés, con blanco casco a la cabeza, rodeado de damas que bebían cognac, tocaba melancólicamente en la flauta el aria de «Bonnie Dundée». Eran las once cuando bajé a mi cámara.

También tuve la indecible satisfacción de ayudar a los carpinteros, que a toda prisa procuraban aplicar tapones a los agujeros hechos en el casco; pero por causa de mi poca fuerza, no eran aquellos auxilios tan eficaces como yo habría deseado.

Paris tira el primero, pero Menelao se lo lleva arrastrando, cuando Venus le desata el casco de la barba, y desaparece con Paris en las nubes.

Los recuerdos de la niñez seguían despertándose en él a la vista de la vieja escalera con su pasamano de caoba, rematado por un leoncito borroso y gastado, y de sus peldaños de azulejos del siglo anterior, en los cuales veíanse navios sobre un mar morado, con banderas más grandes que el casco, embozados de gruesas pantorrillas blancas con sombrero de picos y huertanas con cestos de frutas, todo en colores tostados y chillones.

La magnitud de su casco, la elevación de sus palos, el laberinto de su jarcia, todo le enamora y hasta le enorgullece. ¿Qué vale la pobre choza de su aldea junto á aquel flotante palacio que va á habitar durante mes y medio?

El sendero, sepultado en las oscuras profundidades del pinar, era casi impracticable; pero el jaco, que no desmentía las aptitudes especiales de la raza caballar gallega para andar por mal piso, avanzaba con suma precaución, cabizbajo, tanteando con el casco, para sortear cautelosamente las zanjas producidas por la llanta de los carros, los pedruscos, los troncos de pino cortados y atravesados donde hacían menos falta.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando