United States or Nicaragua ? Vote for the TOP Country of the Week !


Además, siempre flotaban hasta sus alturas algunos despojos de las presas que hacía por abajo el cangrejo socarrón en su errabunda impunidad. Ferragut, al pasar de un estanque á otro, establecía mentalmente la gradación de los diversos órdenes de la fauna marítima, desde el boceto primitivo al organismo perfecto.

En dos ó tres días, reaparece el calizo y constituye la coraza de la piel. El cangrejo no sale librado á tan poca costa de su metamorfosis, sino que necesita mucho tiempo para recobrar su cáscara; y hasta este momento sirve para el pobre de ralea á los seres más débiles. En este punto la justicia y la igualdad muestránse inexorables. Las víctimas tienen el desquite.

Hubo que llamar al médico, cosa que indignó mucho a Nerval, que no comprendía la ingerencia de la ciencia total, porque un día se paseó por el Palais Royal, llevando tras un cangrejo sujeto por un largo cordón azul. «¿Acaso decía un cangrejo es más ridículo que un pato, que una gacela, que un león o que cualquier otro animal de que pueda uno hacerse seguir?

Los pedazos de sardina eran una comida sin substancia para estos bandidos que sólo encontraban sabor al alimento sazonado con el asesinato. Como si los pulpos entendiesen sus quejas, se habían dejado caer en el fondo arenoso, flácidos, inertes, respirando por sus embudos. Un pequeño cangrejo empezó á descender al extremo de un hilo, con pataleo desesperado.

El pulpo gigantesco que ahoga al más pequeño crustáceo, peligra dejar sus tentáculos entre las garras del cangrejo, y el pez más glotón titubea antes de engullirse un ser tan espinoso. Desde que crece el crustáceo es el tirano, la pesadilla de los dos elementos. Su inabordable armadura encuéntrase dispuesta para todo ataque.

Un personaje prudente, agazapado en el fondo del fuco, bajo las violadas coralinas el cangrejo, avanza curioso, y después de lanzar una mirada furtiva, se zambulle en su selva. «Pero ¿qué veo?, ¿qué es esto?: una concha enorme, inmóvil hasta este momento, recobra la vida, prueba á andar... ¡Oh! esto no es natural. ¡Vaya un fraude más grosero!

Las otras bestias tenían igualmente su víctima viva y la paralizaban y devoraban, agitando sus cuerpos blanduchos, por los que hacía pasar la hinchazón nutritiva rayas y nubes de diversos colores. Ahora el guardián arrojó un cangrejo, pero en libertad, sin atadura alguna. Freya gritó de entusiasmo.

Si vierais lo ridículos que estáis con ese caparazón de barro, negro como el de un cangrejo, no os pondríais a reñir. Dimos vuelta a la punta arenosa en que nos encontrábamos, y llegamos a una playa en donde el agua estaba limpia. Nos lavamos lo mejor que pudimos, frotándonos con manojos de hierbas para quitarnos la capa de grasa y barro que nos cubría, y nos pusimos la ropa.

El cangrejo corrió por las piedras, abrigándose en sus sinuosidades. El pulpo ya no nadaba; corría también como un animal terrestre, subiendo por las rocas con sus garras armadas, que le servían de aparatos de locomoción.

Mejor se la puso su mujer en vida. ¡Buen mausoleo tiene don Junípero! ¡Podría ser mejor, que para eso robó bastante cuando fué ministro de Hacienda! ¡Valiente pillo! Fíjate en el epitafio que le han puesto a don Milón, que no fué sino un borrico con herrajes de oro y albarda de plata. ¡Llamar pozo de ciencia y de sabiduría a ese grandísimo cangrejo! ¡Gran zorra fué doña Remedios!