Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de junio de 2025


Y se estiró sobre los almohadones, echándose una manta encima de las piernas. ¡Ay! ¡ay! exclamó a los pocos instantes. ¡Cómo me lastiman las botas!... ¡Claro, como las he humedecido primero y luego puse los pies sobre el calorífero, se han contraído!... Vamos, padre añadió sonriendo graciosamente, sírvame de doncella una vez siquiera... Quítemelas usted, que yo no puedo.

Los tales individuos formaban un grupo bastante pintoresco alrededor de una de las bocas del calorífero. Los más madrugadores llevaban ya la gran librea; los otros vestían aún el chaleco con mangas que constituye el uniforme de media gala de los criados.

Y todavía quiso añadir más cuidados a los de Santiago: mandó traer un calorífero y ella misma se lo puso debajo de los pies; después le envolvió las piernas en una manta y le puso en la cabeza una gorra de terciopelo. Los niños revoloteaban en torno de la butaca, acariciándole y dejándose acariciar de su tío.

Y todavía quiso añadir más cuidados a los de Santiago: mandó traer un calorífero y ella misma se lo puso debajo de los pies; después le envolvió las piernas en una manta y le puso en la cabeza una gorra de terciopelo. Los niños revoloteaban en torno de la butaca, acariciándole y dejándose acariciar de su tío.

Con escrutadora mirada examinaba los rígidos detalles de la sala, desde el pulimentado calorífero de vapor parecido a un enorme soda-cracker barnizado, que calentaba un extremo del cuarto, hasta el busto monumental del doctor Crammer, que daba escalofríos en el opuesto, desde el padrenuestro dibujado por un ex maestro de caligrafía, con tal variedad de elegantes rasgos de escritura, que disminuía notablemente el valor de la composición, hasta tres vistas de la población, tomadas del natural desde el Instituto, por el profesor de dibujo, y que nadie hubiese sido capaz de reconocer; desde dos citas ilustradas del Antiguo Testamento, escritas en letra inglesa, tan horriblemente remotas que helaban todo humano interés, hasta una gran fotografía de la clase superior, en la cual las niñas más bonitas tenían el color etiópico, sentadas, al parecer, unas sobre las cabezas y hombros de las otras.

La tal casa era muy agradable en otros tiempos, cuando yo tenía dinero; ¡pero ahora, con las escaseces de la guerra!... No hay carbón, la leña es cara; por las noches hace frío, y se necesita gastar una fortuna para que funcione el antiguo calorífero. Además, no tengo más servidumbre que mi antigua doncella, el jardinero y su mujer, que se ocupa de la cocina.

Glacial sensación corrió por las venas del viajero, que subió el cuello de su americana y llegó los pies instintivamente al calorífero, tibio aún, en cuyo seno de metal danzaba el agua, produciendo un sonido análogo al que se oye en la cala de los buques.

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando