Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


No pocas veces el ruido atronador de las aguas se ha mezclado con una oración murmurada por mis labios y un profundo suspiro arrancado de mi alma, dirigiendo la primera al cielo, y el segundo al tranquilo y lejano hogar que guarda mi cuna. Una de las veces que visité el Botocan, fuí acompañado de un amigo que tiene sus ribetes de ateo.

Creí soñar todavía; me incorporé en el canapé donde había dormido, atendí con todo cuidado, y, en efecto, un atronador grito de viva el Rey hirió mis oídos, no dejándome duda de que el navío Santa Ana se estaba batiendo de nuevo. Salí fuera, y pude hacerme cargo de la situación.

El ruido era atronador; la nota grave y solemne de que he hablado antes, había desaparecido en las vibraciones de un alarido salvaje y profundo, el quejido de las aguas atormentadas, el chocar violento contra las peñas y el grito de angustia al abandonar el álveo y precipitarse en el vacío.

Las baterías se colocaron una detrás de otra con cortos intervalos, perfectamente alineadas las piezas, y el desfile tuvo lugar al gran trote con un ruido atronador y en medio de un huracán de polvo.

El intendente estaba seguro de que la joven sabía las cosas, y no las quería decir; conocía su inflexible tenacidad y la idea de que permanecería indomable lo hizo arder en furor. Volviéndose hacia la puerta, le gritó con acento atronador: ¡Espérate un momento y ya verás si te hago hablar!

Las voces crecieron y se propagaron de modo atronador; y poco después, de un extremo al otro del Zocodover, el populacho rugía con salvaje fiereza, ávido de aquella hez de maldición y de espanto. Ramiro se empinó sobre el taburete.

Fermín permanecía con la cabeza baja, vacilando, con expresión dolorosa, como si las palabras le quemasen la lengua. Por fin comenzó el relato de lo ocurrido en Marchamalo la última noche de la vendimia. El carácter irascible, impetuoso y atronador de Dupont, pareció hincharse colérico durante el relato, hasta estallar al final ruidosamente.

Allí tambien reverberó tu lumbre Cuando bajó rodando de la cumbre Desmelenado el iracundo leon, A par que retumbaba en la eminencia El grito atronador de independencia Que repetia el mundo de Colon.

Pasado un rato, Manolo se alejó de nuevo cautelosamente, y, rodeando el grupo, fue a situarse en el extremo opuesto. Desde allí lanzó otros tres lamentos como los anteriores, y el mismo ladrido atronador pobló el espacio respondiendo a ellos. La muchedumbre se alborotó nuevamente, pero con mucho mayor estrépito. Todos hablaban a un tiempo y lanzaban furiosas exclamaciones. ¡Esto es horrible!

Su voz sonora regalaría el oído si su palabra no fuera un compuesto atronador de todas las maneras posibles de reír, de todas las maneras posibles de increpar, de los tonos del enfático discurso y del plañidero sermón.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando