Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de junio de 2025


Allende el seto vive un pariente de mi mujer, pero la suya es lo más mordaz y maldiciente que conozco y como mi aventura llegase á oidos de aquella bruja no me atrevería á asomar la cara fuera de mi casa en un mes. Pero si vos quisierais, mi buen señor, podríais hacerme una grandísima merced con sólo desviaros de vuestro camino cosa de dos tiros de ballesta y....

Una contracción de boca dió la última expresión á aquel gesto admirable. Señor continuó el consejero áulico, yo me atrevería á recomendar á V.M. una cosa; y es que nada sería más funesto que una clemencia, que podríamos llamar criminal. Recuerde V.M. lo del año 14. Si ahora, como entonces, se contenta V.M. con mandar al Fijo de Ceuta á ciertas personas....

Veamos; quiero suponer que un hombre joven y robusto se casa con una joven y bella tísica. El la lleva a Italia, hace lo posible por curarla y le proporciona los cuidados de un hombre como usted. ¿Es que no podría en dos o tres años...? ¿Salvar al marido? Es posible; pero yo no me atrevería a responder. ¡El marido! ¿Pero qué peligro puede haber?

Quilito se debatía, diciendo que, puesto que había deshonrado las canas de su padre, debía sufrir el condigno castigo; que él no se atrevería ya a afrontar su mirada, y que la idea que Susana, su adorada Susana, conociera su delito, le enloquecía... No, yo no podré resistir esto, no podré, no podré.

Y ahora dijo en conclusión el atribulado farmacéutico, que ya llevo lo que venía buscando, y aun algo más, eso es, si bien se mira, y a lo que debo atenerme, si usted me da su permiso me vuelvo a mi casa... para terminar debidamente lo comenzado a tratar aquí... Pero me atrevería, por término, eso es, y por remate de nuestro coloquio, a pedir a usted una gracia... ¡la última, señor don Alejandro, por no molestar!

Yo, por ejemplo, sería un flauta pasable, pero ¡por cuanto hay no me atrevería a escaparme de casa y a ir por esos mundos hasta Rusia, tapando huecos en una orquesta! Acaso a mi dignidad y a mi independencia les estuviera mejor emprender esa carrera; pero ¡antes me tiro al agua! El azar... lo imprevisto... el pan dudoso, ¡qué miedo!

Era su segunda esposa; había cometido la tontería de casarse de nuevo. El marido murió, conforme al programa. La viuda ha heredado la enfermedad. Ayer la visité y aunque el mal ha sido atacado desde el principio, no me atrevería a responder de nada. La señora Chermidy cerró sus puertas a las cinco de la tarde y se sumió en una melancólica meditación.

¿Se atrevería la autoridad a tomar una medida represiva?». ¡Y si fuera eso lo peor! decía el Arcediano. Y entonces comenzaba el segundo capítulo de la murmuración. «Lo peor era que, con razón o sin ella, pero no sin que las apariencias diesen motivo para las hablillas, se decía que el Magistral quería seducir, y en camino estaba, nada menos que a la Regenta».

Fernanda logró, al fin, persuadirle a que apelara a medios suaves. Pensar en conseguir algo por la fuerza era insensato. El conde, ni aun confesando su falta, tenía derecho alguno sobre la niña. Provocar un escándalo era inútil. Acudir a los tribunales, lo mismo. Ningún criado se atrevería a declarar contra su ama, y las cosas quedarían peor que antes.

No me atrevería a decirle a usted que aquello fuese una composición poética, pero lo cierto es que la combinación sonora de los vocablos se parecía mucho a los versos. En el mismo momento en que llegaba yo a ese punto de mis reflexiones, apareció delante de , en la misma avenida que yo recorría, nuestro amigo de siempre, el señor D'Orsel, acompañado de sus dos hijas.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando