United States or Senegal ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aún más extraño nos parece, que, distinguiéndose todas sus obras por su plan clarísimo y por su regularidad y buena traza, tanto en el conjunto como en sus diversas partes, encontremos en las comedias los defectos opuestos: aridez en la composición, y ligereza suma en su desarrollo.

Oh, , aquello era mejor; sin perjuicio de continuar en el templo la buena tarea comenzada, para dar a Dios lo que era de Dios, Ana aceptaba aquella amistad piadosa que se ofrecía a oír sus confidencias, a dar consejos, a consolarla en la aridez de alma que la atormentaba a menudo.

De todos los elementos superiores de la existencia racional es el sentimiento de lo bello, la visión clara de la hermosura de las cosas, el que más fácilmente marchita la aridez de la vida limitada a la invariable descripción del círculo vulgar, convirtiéndole en el atributo de una minoría que lo custodia, dentro de cada sociedad humana, como el depósito de un precioso abandono.

Y aquella masa informe recibía de plano los rayos del sol provenzal, áspero al despertar, y más áspero en aquellos momentos á causa de la aridez del mistral que no cesaba de soplar. Doble suplicio que desgarraba á la transparente criatura.

Tanto por los vacíos que la muerte y el tiempo han ido haciendo en torno mío, como cuando al dirigir mi vista allá, en el fondo, bajo los tilos, para ver si alcanzo a distinguir los vestidos blancos de los pequeñuelos, o cuando escucho para ver si oiré, como otras veces, las alegres voces de mis hijos al encontrar alguna flor o algún insecto entre sus espesuras. ¡Qué le he dado yo a Dios para que me diese en propiedad este rincón de tierra y esta casita, de los que algunas veces heme avergonzado por su aridez y su insignificancia, pero que constituyeron el albergue dulcísimo de mi numerosa familia! ¡Ah! ¡Que sea El bendito, mil veces bendito este nido, y que después de pueda abrigar aún a todos aquellos que me sucedan!

La historia sagrada fue el maná de su fantasía en la aridez de las lecciones de doña Camila.

Una ola de lágrimas se agolpaba a mis ojos y un nudo de angustia cerraba en mi garganta el paso a toda palabra. Se puso a leer un libro de filosofía alemana, uno de esos libros que, por su profunda aridez y sequedad, levantan cefalalgias. La intrincada filosofía no llegaba a su espíritu, en el cual sólo había la espina clavada de mi pequeña ofensa. En tales circunstancias tuve un rasgo luminoso.

Cuando nosotros entramos, parecía meditar profundamente no qué pasaje de un libro abierto sobre su pupitre; al aproximarme reconocí en aquel libro una de las obras maestras de nuestra metafísica, obra maestra, en efecto, de toda la aridez de corazón aliada a toda la presunción de espíritu.

No era ella, era su cuerpo el que llevaban de iglesia en iglesia. Y volvió la inquietud honda y sorda a minar su alma. Esperaba ya otra época de luchas interiores, de aridez y rebelión.

Vese obligada su fantasía á crear sólo imágenes obscuras y vagas, ó á congelarse en las yertas alturas de las abstracciones de la razón. O ha de perderse en ideas nebulosas y poco claras, que se confundan entre , ó caer en la aridez y frialdad, igualando la alegoría con el logogrifo. No puede negarse que los autores de autos se hayan estrellado con frecuencia en tales escollos.