Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de julio de 2025


Adelantóse con mesurado paso y saludando profundamente, dijo: Mi poderoso é ilustre señor, Carlos, rey de Navarra, conde de Evreux y de Champaña y señor del Bearn, me ordena saludar fraternalmente á su muy amado primo Eduardo, príncipe de Gales, duque de Aquitania, lugarteniente.... ¡Basta ya, Don Martín! interrumpió impacientemente el príncipe.

Y una vez hecha justicia, dijo Don Pedro de Castilla, uniremos las fuerzas de Inglaterra, Aquitania y España y mucho sería que de tal unión no resultasen magnas consecuencias. Por ejemplo, agregó el príncipe Eduardo con evidente entusiasmo, completar para siempre la expulsión de los infieles del territorio de Europa.

Tras ellos veo numerosos caballeros procedentes del Limosín, Saintonges, Quercy, Poitou y Aquitania, con el valiente Guiscardo de Angle en último término, el del jubón púrpura y ferreruelo guarnecido de armiño. ¿Qué de los caballeros situados á este lado del salón? Son todos ingleses, unos del séquito regio y otros, como vos, capitanes de compañías auxiliares ó del ejército.

No creo que pudiéramos acometer empresa más grata para la Santa Virgen, excelsa patrona de Aquitania. Ni más aceptable para todo español. En tal empresa cuente Vuestra Alteza con el apoyo absoluto de nobles y plebeyos, así en León y Castilla como en Asturias, Navarra, Mallorca y Aragón. Y aun para perseguir á los moros allende el mar y combatirlos en sus guaridas del África y de Oriente.

En toda la comarca, de ordinario tan tranquila, que se extiende desde el Adour hasta la frontera de Navarra, vivaqueaban los numerosos cuerpos del magno ejército; por todas partes se veían las tiendas de jefes y soldados de Aquitania, gascones é ingleses.

Paréceme, señor de Armagnac, que nuestros amigos de Aquitania no verían con malos ojos la derrota de los campeones ingleses. Bien pudiera ser, príncipe, como no dudo que en iguales circunstancias el pueblo de Londres ó Windsor favorecería ó aclamaría á sus compatriotas.

Innecesarios son esta vez vuestros buenos oficios, Chandos, dijo levantándose. Estos valientes caballeros me son muy bien conocidos para necesitar introductor. Bienvenidos á mi ducado de Aquitania sean Sir León de Morel y Sir Oliver Butrón. No, amigos; doblad la rodilla ante el rey mi padre en Windsor; á dadme vuestras manos.

Y no está lejos la demostración palpable de lo que decís, exclamó riéndose el príncipe, porque allá diviso unas veintenas de arqueros cuyo vocerío no cede al de la multitud. Mucho me temo que sufran amargo desencanto si la copa de oro que he ofrecido al vencedor se queda en Aquitania en vez de cruzar el mar. ¿Cuáles son las condiciones, Chandos?

¡Por el montón de oro que aguarda á los buenos arqueros! ¡Y por las muchachas bonitas! gritó Simón. ¡Y se acabaron los brindis, canastos! añadió pegando tremebundo puntapié al tonel que tenía más cerca. Con cantos, risas y chanzas fueron desfilando los alegres arqueros, y no tardó en reinar completo silencio en la poco antes bulliciosa sala de La Rosa de Aquitania.

Ambas conservarán lo que es suyo, contestó la dama. ¿Luego nosotros seguiremos dominando en Gascuña y Aquitania? preguntó el señor de Morel. No. Tierra francesa, sangre y lengua francesas. De Francia son y ella las reconquistará y conservará. ¿Pero no Burdeos? Burdeos es también Francia. ¿Y Calais? También Calais.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando