Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de mayo de 2025


No habrían transcurrido cinco minutos cuando Barbacana, que por detrás de los visillos registraba el teatro del combate, sonrió silenciosamente, o más bien regañó los labios, descubriendo la amarilla dentadura, y apretó con nerviosa violencia la barandilla de la ventana.

Llevaba andada más de media alameda y aún no había don Juan logrado que la memoria le aclarase las dudas sugeridas por el espectáculo de aquella mujer. Apretó el paso, adelantose casi rozándole la falda, y a los diez o doce metros se volvió y vino hacia ella, resuelto a mirarla como las águilas miran al sol, cara a cara.

El hombre que besaba al aya cogió a Anita por un brazo y se lo apretó hasta arrancarle sangre. Pero ella no lloró. Le preguntaron dónde había pasado la noche y no quiso contestar por temor de que castigaran a Germán si se sabía. La encerraron, no le dieron de comer aquel día, pero no declaró nada. A la mañana siguiente el aya hizo llamar al barquero de Trébol.

De repente se levantó. Su rostro, a la claridad de la luna, tenía una belleza grandiosa que las circunstantes no supieron apreciar. Sus ojos despedían fulgor de inspiración. Se apretó el pecho con ambas manos en actitud semejante a las que la escultura ha puesto en algunas imágenes, y dijo con acento conmovedor estas palabras: «¡Oh mi señora!... te lo traeré, te lo traeré...».

La frente de la dama se frunció con más severidad y se acentuó la altiva expresión de sus ojos. Apretó un poco el paso: y al llegar a la calle del Conde de Aranda se detuvo y miró hacia atrás, con objeto sin duda de ver si llegaba un tranvía.

Yo sabía que estaba soñando. ¡Y sin embargo no podía dormirme!... ¿Quién hubiera dormido con semejante preocupación? ¡No, no dormí un instante en toda la noche! Puso él la bandeja sobre una mesa, y salió disparado, cerrando la puerta. Al cerrarla dio un chillido, porque se apretó la cola. Dejé que el desayuno se enfriara en la taza durante todo el día.

A Feijoo le había costado algún trabajo arrancarse a exponer su moral en aquellas circunstancias, porque en la conciencia se le puso un nudo, que le apretó durante breve rato; pero al punto lo deshizo evocando las teorías que había profesado toda su vida. Lanzado, pues, el concepto más peligroso, siguió luego como una seda, sin nudo y sin tropiezo. «Ya sabes cuáles son mis ideas respecto al amor.

Se aproximaban la cinco, hora en que debía de comenzar la función. D.ª Fredesvinda apretó con sus manos venerables los brazos del sillón, a inclinándose un poco para hablar, reinó silencio en la estancia.

D. Tomás compadeció a su amigo D. Carlos Navarro, y después, como el otro sacara a relucir la guerra y el aspecto que tomaba, dijo con aparente candor, verdadera máscara de su marrullería, que, según su opinión, las cosas no pasarían adelante. Por no verse precisado a hablar más, apretó la mano de su amigo y siguió paseando por la muralla.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando