Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de julio de 2025
Suponiendo que su sola presencia y el nombre del Rey no bastasen para someter a los servidores del castillo, habría que apoderarse de ellos a la fuerza. Mi esperanza estribaba en que el Duque saliese furioso de sus habitaciones, situadas al lado opuesto de las de Antonieta y cayese vivo en manos de Sarto.
Con frío egoísmo lo tomó todo sin dar cosa alguna en cambio, y Antonieta no tardó en descubrir que tenía una rival en la princesa Flavia; desesperada, no reparó en medios para conservar el amor del Duque. Al propio tiempo se vio mezclada en las audaces maquinaciones de éste. De aquí las cartas que me había escrito revelándome el peligro.
Sobre todo las mujeres. ¡Pobres actrices!... Uno tras otro van apareciendo el traje con que representaron La niña boba, las tocas monjiles de «Doña Inés», la rubia peluca de «María Antonieta», la falda corta y las medias blancas de «la Dolores...»; y cada objeto despierta en ellas los recuerdos, punzadores como espinas, de cien noches triunfales.
Vuestra conversación me interesaría muchísimo más observé, si supiera de quién estáis hablando. Antonieta Maubán dijo Federly. De Maubán gruñó Beltrán. ¡Hola! exclamé. ¡Conque esas tenemos, mocito! ¿Me haces el favor de dejarme en paz? ¿Y adónde va? pregunté, porque la dama gozaba de cierta celebridad y su nombre no me era desconocido.
Aquí, cuando apenas estaba concluida la Plaza, tuvieron lugar las fiestas públicas por el casamiento de María Antonieta con el Delfín, y la multitud aplastó en un dia á ciento treinta y dos personas. Aquí, sobre este suelo que pisamos, rodaron en el trascurso de tres años no cumplidos, mil quinientas cabezas de personajes célebres.
Porque me temía que Ruperto acababa de matarlo. ¡Socorro! gritó débilmente el Duque. Oí pasos en la escalera inmediata a la puerta donde me ocultaba y también rumor de voces a mi derecha, hacia abajo, en dirección a la celda del Rey. Pero antes de que ocurriese cosa alguna de la parte de acá del foso, vi por la ventana de Antonieta que cinco o seis hombres rodeaban a Ruperto.
Aquella noche resolvió Ruperto realizar sus inicuos designios y proporcionándose una llave de la habitación de Antonieta, la había sorprendido en ella. Sus gritos atrajeron al Duque, lucharon ambos en la obscuridad, dio Ruperto un golpe mortal a su señor y al precipitarse los criados en la habitación, escapó él por la ventana, como dejo referido.
Esa es la diosa adorada de Beltrán, la bella Antonieta, que va, como tú, a Dresde... a ver pinturas también, probablemente. Sin embargo, me extraña que precisamente ahora no desee tener el honor de conocerte. No he podido serle presentado dije un tanto mohino. Pero yo me ofrecí a presentarte y me contestó que otra vez sería.
Antes de que ella hubiera asegurado la puntería, saludó graciosamente y gritó: «¡No puedo matar a la que he besado!» y sin que Antonieta o yo pudiéramos impedírselo, apoyó la mano sobre la barandilla del puente y saltó ligeramente al foso.
Se les dijo parte de la verdad, revelándoles también la tentativa contra mi vida hecha en el cenador de Antonieta de Maubán, para estimular su celo y acrecentar el odio que profesaban al Duque.
Palabra del Dia
Otros Mirando