United States or China ? Vote for the TOP Country of the Week !


Concentrada su ambición entonces en punto concreto y tangible, era mucho más intensa; la energía de su voluntad no encontraba obstáculo capaz de resistir en toda la diócesis.

Las montañas de Vizcaya no podían suministrar a mi ambición recursos para elevarme a la altura de mis ilusiones. Seguí a don Diego hasta Zaragoza, porque se decidió a protegerme, y yo decía para : «Algún día sacaré a mi madre de la miseria»; pero vos no lo habéis querido.

Gracias á usted continuaba soy célebre y tal vez sea rico. ¡Quién sabe si usted se enriquecerá también, como nunca lo hubiese conseguido allá en su país! El buen profesor sentía despierta ahora su ambición, viéndolo todo con proporciones exageradas. Una mujer de negocios de la capital le había hablado aquella mañana de una empresa de ganancias fabulosas.

Lo que mejor caracterizaba al duque era el ardiente deseo de ver satisfecha una aspiración constante de su vida, una exigencia de su imaginación que participaba de la seriedad de la ambición y la ridiculez del capricho: ser senador. Y si además de ser senador pudiera serlo de por vida... ¡Senador vitalicio!

La casta de los vencidos vigorosos se reproduce de un modo alarmante, como todo lo que pertenece á un género inferior. Pero no crea que nos infunde miedo. Nuestra ciencia ha encontrado el medio de extirpar á estos hombres la memoria y la ambición. Los hijos resultan más estúpidos y más forzudos que los padres.

Pasando un día entre la Catedral y el Alcázar se me acercó una vieja y desarrapada gitana y se empeñó tan obstinadamente en decirme la buenaventura que no supe negarme a su ruego y le entregué mi mano para que la examinase. La vieja gitana me dijo: En buena hora naciste, gallardo y gentil caballero, si la ambición satisfecha basta para hacerte dichoso.

Y ¿quién sabe si esta ambición que me devora no es más que una forma impropia de otra pasión más noble? Este fuego, ¿no podrá arder para un afecto más alto, más digno del alma? ¿No podría yo abrasarme en más pura llama que la de esta ambición? ¡Y qué ambición!

Ya ha tenido el honor de seros presentado, pero algo ligeramente; por eso toda su ambición es que os lo vuelvan a presentar. ¡Pues bien! traedlo uno de estos días dijo madama Scott. Después del 15 exclamó Bettina. ¡Antes no, antes no!

Sábese por todo el mundo, desde ha luengos años, quién Miguel de Cervantes era, y cuál su ingenio, que a revelar y enaltecer el suyo ha bastado el libro inmortal que se intitula El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, patrimonio de gloria el más rico y excelso que ha podido ni podría soñar la ambición de renombre de poetas y escritores.

Pero, aunque despreciando en la apariencia este arte secundario, por tener la ambición puesta en el de Cicerón y Bossuet, todavía le gustaba oir las palmadas, los oles y los requiebros de sus amigos cuando se decidía á complacerlos. Velázquez se había levantado y salió á la tienda.