Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 31 de mayo de 2025
Las lugareñas de más tono usan mantilla sin velo ni blondas, esto es, una gran tira de franela negra, con anchas franjas de terciopelo. Las muy pobres, hacia Levante, llevan el mantón doblado en triángulo, pendiente de la cabeza, lo que les ahorra otro pañuelo y les da un aire míseramente africano.
Detúvose de pronto y diose una gran palmada en la frente, como quien ata de improviso un cabo importante. ¡Tú, tú, tú!... Aumentóse su terror, y fuele preciso sentarse. ¡Ahorra lo entiendo todo! Ahorra me lo explico y lo veo clarro... ¡Santa Marría, lo que me está pasando!... ¿Qué? dijo Jacobo con ansia.
Por eso el baile es su mejor auxiliar, pues el abrazo el abrazo danzando, perfectamente admitido nos ahorra el estudio del diccionario para dar con los términos académicos apropiados al caso.
Lo dicho hasta aquí sobre el modo de pensar en todas materias, me ahorra el trabajo de extenderme sobre estos puntos, porque quien se haya penetrado de las reglas y observaciones precedentes no ignorará cómo debe proponerse un fin, ni cómo ha de encontrar los medios mas adaptados para alcanzarle.
Digo inmediato, esto es, que conviene no atenerse á lo que nos dice de ellos el historiador, sino verlos con los propios ojos. Pero este trabajo, se me dirá, es muy pesado, para muchos imposible, difícil para todos. No niego la fuerza de esta observacion; pero sostengo que en muchos casos, el método que propongo ahorra tiempo y fatigas.
¿Cómo explicarle que esa exactitud y esa precisión sirven, al contrario, para simplificar la vida? ¿Cómo convencerle de que, acudiendo puntualmente a las citas, se ahorra mucho tiempo para invertirlo en lo que se quiera? Imposible.
La cuestión es ahorrar algo. El que ahorra algo está salvado. ¡Oh Dios mío! exclamó por lo bajo la condesa dando un suspiro . Lo que yo no comprendo es cómo se puede vivir con dos pesetas, cuanto más ahorrar. Los ingenieros les invitaron a visitar su sala de estudio y laboratorio. En éste había un magnífico microscopio, que fué lo que les llamó la atención.
¡Noble conducta! dijo Makaraig riendo; en los tiempos de calma, usted nos evita... El cabo preguntó á Basilio por su nombre, y hojeó una lista. ¿Estudiante de Medicina, calle de Anloague? preguntó el cabo. Basilio se mordió los labios. Usted nos ahorra un viaje, añadió el cabo, poniéndole la mano sobre el hombro; ¡dése usted preso! ¿Cómo, yo tambien? Makaraig soltó una carcajada.
Palabra del Dia
Otros Mirando