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Los arrumbadores, mocetones fornidos, en cuerpo de camisa, arremangados y con la amplia faja negra bien ceñida a los riñones, iban de un lado a otro con sus jarras de metal, trasegando los vinos de la combinación al tonel nuevo del envío. Montenegro conocía desde su niñez al técnico de la bodega de embarque. Era el empleado más antiguo de la casa.

Todo es animación, todo risa, todo alegría. A la puerta del Tribunal hay varias tinajas de aguardiente de coco, que gratuitamente van trasegando los transeúntes. En los hornos se cuecen pastas, y en las mesas de la cocina hay tal número de aves y tal cantidad de tasajos de carne, que hacen recordar las bodas de Camacho. Ese día come y bebe todo el pueblo á costa de su nuevo capitán.

Comenzaron a comer con grandísimo gusto y muy de espacio, saboreándose con cada bocado, que le tomaban con la punta del cuchillo, y muy poquito de cada cosa, y luego, al punto, todos a una, levantaron los brazos y las botas en el aire; puestas las bocas en su boca, clavados los ojos en el cielo, no parecía sino que ponían en él la puntería; y desta manera, meneando las cabezas a un lado y a otro, señales que acreditaban el gusto que recebían, se estuvieron un buen espacio, trasegando en sus estómagos las entrañas de las vasijas.

Apretado por la necesidad, me arriesgué a hacer una visita a los pañoles del bizcocho, y ¿cuál sería mi asombro cuando vi que Marcial estaba allí, trasegando a su estómago lo primero que encontró a mano?

A don Alejandro Bermúdez, que había ido con Nieves a misa primera, le entregaron su correspondiente ejemplar a la salida de la Colegiata, ahorrándose el repartidor una subida a Peleches. Allí mismo se repartieron otros muchos ejemplares de los destinados «a la masa». Don Alejandro, después de mirar el papel con más indiferencia que curiosidad, le plegó en tres dobleces y le guardó en el bolsillo. Nieves, entre tanto, echaba una ojeada a la botica, en cuyo fondo solamente vio al mancebo con los brazos en alto y una botella en cada mano, trasegando líquido de una a otra. Ni señal de Leto ni de su padre.