United States or Turkmenistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


La navegación, que duró dieciocho días, no pudo ser más próspera. Nos detuvimos y desembarcamos en Bahía de Todos los Santos, antigua capital del Imperio, y en la hermosa ciudad de Pernambuco. Al abandonar luego las costas de América, tal vez para siempre, sentí nueva aunque dulce melancolía. Era al ponerse el sol entre nubes de carmín y de oro.

Las calles todas están sin empedrar, sucias y en muy mal estado: hay un jardin modestisimo que llaman paseo público, algunos edificios regulares, un teatro, tres ó cuatro hoteles, dos paseos, y esmerado deseo de demostrar al extranjero que la limpieza no es el fuerte de los brasileños; pues lo mismo en Bahia que Pernambuco y Rio Janeiro se distinguen por esa especialidad.

Es necesario hacer un viaje marítimo para comprender esto. Desde San Vicente hasta Pernambuco, primera poblacion del Brasil, que del otro lado de la línea se encuentra, empleó nuestro vapor ocho dias. La distancia que separa ámbas poblaciones es de 1,620 millas marítimas. Nada mas grande que la salida y puesta del sol vista desde un buque en pleno océano.

Gregorio Machado era el más rico propietario de todo el Brasil, dueño de muchos fondos públicos y de acciones del Banco, de magníficas fazendas en las provincias de San Pablo y Pernambuco y de florestas dilatadas, donde abundaban las maderas preciosas, en la interior provincia de Mato-Grosso.

La distancia que acababa de recorrer, desde Southampton á la capital del Brasil, mi primer viaje marítimo, fué de 5,155 millas, distribuidas del siguiente modo: de Rio Janeiro á Bahia, 685 millas; de Bahia á Pernambuco, 380; de Pernambuco á San Vicente, 1,620; de San Vicente á Canarias, 850; de Canarias á Madera, 265; de Madera á Lisboa, 525; y de Lisboa á Southampton, 830.

Reinan casi siempre en Pernambuco enfermedades malignas. Bahia, antigua capital del Brasil, no tiene de notable mas que su cómoda bahía; la ciudad está edificada sobre la falda de una montaña y se presenta al viajero como en forma de anfiteatro.

Un tiempo tan largo en el puente de un buque fatiga. Al fin de los diez ó doce primeros dias las escenas se repiten, son las mismas, las emociones ningunas, y allí donde no hay emocion, alimento mio, no hay nada, hay el prosáico fastidio. Desde Pernambuco á Bahia empleamos cuarenta y ocho horas, y desde Bahia á Rio Janeiro cuatro dias.

En el primero de aquellos años el vice-almirante Villegagnon estableció una colonia de hugonotes franceses en una isla de la bahía de Rio de Janeiro, isla que hoy lleva su nombre, y en la que permaneció hasta el año de 1560. Los holandeses tomaron posesión en el año de 1631 de Pernambuco y fueron extendiendo gradualmente su poder sobre una considerable porción del Brasil.

Las olas están constantemente furiosas, y aparte el riesgo que se corre es largo y difícil el trayecto, porque las embarcaciones anclan á bastante distancia de la ciudad. El viajero que no sea comerciante, dará una prueba de muy buen gusto no visitando la citada ciudad de Pernambuco, donde fuera de su comercio de algodon y café, no encontrará mas que una absoluta falta de limpieza.

Los principales puertos del imperio son Bahia, Pernambuco, Santa Catalina, Parahiba, Paranaguá, Pará. Pernambuco, ciudad desaseada en grado extremo, con calles miserables y casas humildísimas y sin limpieza alguna, no vale la incomodidad de ser vista, y digo incomodidad, porque lo es y no pequeña el desembarque en su puerto.