United States or Cameroon ? Vote for the TOP Country of the Week !


El Faro, en el número del jueves, después de insultar con rabia a los jefes del Camarote, «se metía» también con él llamándole maliciosa y torpemente Pericles. Colocados así, uno enfrente del otro, en feroz y perpetua rivalidad, El Faro y El Joven Sarriense emplearon útilmente sus columnas en injuriarse con más o menos descaro, según arreciaba o aflojaba la lucha.

Chocaban los vehículos, y cuando los conductores, á impulsos de la costumbre, iban á injuriarse, intervenía el gentío y acababan por darse las manos. «¡Viva FranciaLos transeuntes que escapaban de entre las ruedas de los automóviles reían, increpando bondadosamente al chauffeur. «¡Matar á un francés que va en busca de su regimiento!» Y el conductor contestaba: «Yo también partiré dentro de unas horas.

Otra vez me hallo en Mâcón, pero muy intranquila, porque el encono de los partidos políticos se halla en Francia muy excitado. A mi marido y a se nos critica porque no participamos de la cólera de nuestros correligionarios los realistas; esto, a mi entender, no es religioso ni realista; que los hombres no creo hayan sido llamados al mundo para injuriarse.

Un día, al pasar el marqués por el mercado, dos mendigos ciegos le reconocían por la voz y le saludaban con frases pomposas esperando que los socorriese como de costumbre. «Toma, para los dos». Y pasaba adelante, sin dar nada, mientras los dos pordioseros se insultaban, creyendo cada uno que su camarada había recibido la limosna y le negaba la mitad, hasta que, cansados de injuriarse, enarbolaban sus palos.

Las violentas discusiones en que se llegaba a vociferar y a injuriarse le esparcían la estancada bilis, y la función digestiva y respiratoria se le activaba, produciéndole gran bienestar. Disputaba por higiene: aquella gimnasia de la laringe y del cerebro le desinfartaba el hígado. ¿Con que usted no tiene ideas políticas?