United States or United Kingdom ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pues oíd si el demonio ensayara otra tal hazaña." Santiguándose los que lo oían, decían: "¡Mira quién pensara de un muchacho tan pequeño tal ruindad!" Y reían mucho el artificio y decíanle: "Castigaldo, castigaldo, que de Dios lo habréis." Y él con aquello nunca otra cosa hacía.

Pues oíd si el demonio ensayara otra tal hazaña." Santiguándose los que lo oían, decían: "¡Mirá, quién pensara de un muchacho tan pequeño tal ruindad!", y reían mucho el artificio, y decíanle: "Castigaldo, castigaldo, que de Dios lo habréis." Y él con aquello nunca otra cosa hacía.

Si no hay pluma tan rápida que pueda seguir con su vuelo la elocuencia animada de un coloquio amoroso, menos contento quedara de su intento todavía si ensayara repetir punto por punto las primeras razones de dos amantes, que separados por largos días, de pronto se ven juntos por uno de tantos caprichos como tiene la fortuna; pues lo sentido de las quejas, pues el fuego de las razones, pues la inflexión de la voz, y la turbación, y el placer, y el desenojo, y los éxtasis y mil y mil otras nonadas tan fugaces como deliciosas, más bien son para imaginadas y sentidas que para concebirse y explicarse.

Esta es su obra maestra, su tipo de gobierno, que ensayará más tarde para la ciudad misma. Es preciso conocer el gaucho argentino y sus propensiones innatas, sus hábitos inveterados.

Ellos se compraban y se vendían facturas, y este continuo agiotaje y más que todo la triste realidad, que aunque tarde se iba observando en los centros inspectores, dieron origen á que se abandonara el sistema anterior y á que se ensayara el hacer los pagos por medio de situados. Estos y aprovechando las naves de Méjico, dejaban en Marianas el total del importe del presupuesto.

Aquella faja formaba un cinturón alrededor del talle de la criatura y era bastante larga para que ésta pudiera llegar hasta su pequeño lecho y sentarse en él, pero era lo bastante corta como para que Eppie no ensayara alguna ascensión peligrosa.

El instinto de conservación, siempre despierto, le soplaba al oído que bien podía esperarse un poco, que la tía, por ejemplo, ensayara el gran recurso que decía: reconquistado el pagaré, lo demás era cosa de poca monta; a Rocchio y comparsa se les pagaría o no, según las circunstancias, y por eso no había de dejar de ser él tan caballero y tan decente como el que más.