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Tengo un taller, montado con los últimos adelantos de la ciencia y de la industria; tres máquinas, una Wilson y otra Wheeler, para coser la caña, y una Johnson para hacer ojales, que puede que no haya media docena como ellas en toda la península. Mi clientela, la espuma de la sociedad; y todos satisfacen sus facturas a tocateja. ¿Qué más puedo pedir? ¡Ay mi amada! ¡Oh dolor!

Cree que repartiendo limosnas de ochavo, y proporcionándose por poco precio las oraciones de los humildes, podrá engañar al de arriba y estafar la gloria eterna, o colarse en el cielo de contrabando, haciéndose pasar por lo que no es, como introducía el hilo de Escocia declarándolo percal de a real y medio la vara, con marchamos falsos, facturas falsas, certificados de origen falsos también... ¿Le has dicho eso?

Si se examinan las facturas que han venido de Buenos Aires desde la expulsión, se verá en ellas que la mayor parte de lo que contienen son especies comestibles y utensilios de cocina y mesa, que todos los han consumido los administradores y nada se ha empleado en alivio de los indios; y todo esto estaba cortado conque cada uno comiese y se sirviese a su costa.

El movimiento de sus fondos y el manejo de la casa no merecían que se emplease en ellos una gota de tinta; pero D. José, que tratándose de hacer números iba siempre más allá de las necesidades, tenía en su cuarto el libro Mayor, el Diario, el Diario provisional, el Mayor de mercancías, el de Caja, el de Cuentas corrientes, el de Efectos a cobrar, el de Facturas, y otros voluminosos mamotretos, en cuyas hojas ponía más números que arenas tiene el mar, sin que la familia supiese qué sustancia sacaba de ello.

Algunas tardes hacía ensillar un caballo, partiendo á todo galope hacia el pueblo más próximo. Ya no iba en busca de ranchos hospitalarios. Necesitaba pasar un rato en la iglesia, hablar á solas con las imágenes, que estaban allí sólo para él, ya que era él quien había pagado las facturas de adquisición... «Por mi culpa, por mi grandísima culpa

Los herederos de Arnaiz, al inventariar la riqueza de la casa, que sólo en aquel artículo no bajaba de cincuenta mil duros, comprendieron que se aproximaba una crisis. Tres o cuatro meses emplearon en clasificar, ordenar, poner precios, confrontar los apuntes de don Bonifacio con la correspondencia y las facturas venidas directamente de Cantón o remitidas por las casas de Cádiz.

Cuando hacemos ciertas reflexiones y consideramos algunas eminencias, no podemos menos de recordar una célebre frase de un chispeante escritor: decía este, refiriéndose á un amigo suyo, que el mejor negocio que podía hacerse, sería comprarlo por lo que valía, y luego venderlo por lo que él se creía valer; á ser posible semejante transacción mercantil, la pondríamos en planta en Filipinas, en donde mejor que en parte alguna se habían de encontrar productivas facturas.

En varios países europeos, el precio de la conexión al internet depende de la duración, con una tasa de día cara y una tasa de noche más barata. Los usuarios pasan mucho menos tiempo en el internet de lo que les gustaría, y navegan de noche para evitar facturas demasiado altas.

El establecimiento de Gumersindo Arnaiz se vio amenazado de ruina, porque las tres o cuatro casas cuya especialidad era como una herencia o traspaso de la Compañía de Filipinas, no podían seguir monopolizando la pañolería y demás artes chinescas. Madrid se inundaba de género a precio más bajo que el de las facturas de D. Bonifacio Arnaiz, y era preciso realizar de cualquier modo.

Al contrario de este matrimonio, el de los funerarios, Luquitas y Obdulia, iba mal, porque el esposo se distraía de sus obligaciones domésticas y de su trabajo; frecuentaba demasiado el café, y quizás lugares menos honestos, por lo cual se le privó de la cobranza de facturas de servicios mortuorios.