United States or Netherlands ? Vote for the TOP Country of the Week !


A esta voz extranjera, un gruñido salió de las tinieblas; inmediatamente una piedra cayó a mi lado, agujereando el papel encerado de la celosía; después, una flecha pasó silbando cerca de , clavándose en un listón. Descendí rápidamente a la cocina de la hospedería.

Los agravios se le revolvían en el seno, saliéndole a los labios en esa forma descomedida y grosera de las hijas del pueblo, cuando se ponen a reñir. «¡La cojo y la...! decía para clavándose las uñas en sus propios brazos . ¿Que es un ángel? Pues que lo sea... ¿Que es una santa? ¿Y a qué?...». Pero de los labios para fuera, nada... «¡Qué cobarde soy!

Temblábale todo el cuerpo, volvió a extender los brazos hacia Ana... dio otro paso adelante... y después clavándose las uñas en el cuello, dio media vuelta, como si fuera a caer desplomado, y con piernas débiles y temblonas salió de la capilla.

De todo el lento chorrear de palabras, sólo algunas llegaban hasta su cerebro, clavándose en él con la persistencia de la obsesión «Glasgow... Liverpool... necesarios nuevos mercados... abaratar las tarifas de ferrocarriles... los agentes ingleses son unos ladrones...» «Bueno, que los ahorquen», contestaba mentalmente Rafael.

Entonces cruzaba las manos, clavándose las uñas de una en el dorso de otra, para despabilarse. Quería rezar con devoción, tener conciencia de lo que pedía a Dios: no hablar de memoria. Sin embargo, desfallecía. Acordóse de la oración del Huerto y de aquella diferencia tan acertadamente establecida entre la decisión del espíritu y la de la carne.

¡Ay! exclamó clavándose los dedos como garras en el pecho . No puedo, no puedo.... Por nada del mundo me presentaré en Aldeacorba. ¡Virgen de mi alma, ampárame.... Madre mía, ven por !... Al anochecer marchó a su casa. Por el camino encontró a Celipín con un palito en la mano y en la punta del palo la gorra. Nelilla le dijo el chico ¿no es verdad que así se pone el Sr. D. Teodoro?

La calle Real, la más grande de aquella villa, y como si dijéramos la columna vertebral que sirve a las otras de engaste y punto de partida, estaba materialmente cubierta de jinetes franceses y de caballos. Aunque la mayor parte eran cadáveres, había muchos gravemente heridos que pugnaban por levantarse; pero clavándose de nuevo en las agudas puntas del suelo, volvían a caer.