United States or Afghanistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pensábamos darlo por concluído esta tarde. Mucho es, sin embargo. Llegaron cerca de los segadores, que la saludaron llevando las manos á los sombreros, boinas y monteras, que de todo había. La condesa pasó la vista por aquellos rostros atezados y cubiertos de sudor que sonreían rústicamente sin quitarla ojo. Mal día tenéis, amigos míos dijo movida á compasión por la fatiga que revelaban.

Cubrían el centro de la nave los atezados marinos de Southampton, gente aguerrida toda, armada con hachas de abordaje, mazas y picas. Su jefe el capitán Golvín hablaba con el barón á popa, escudriñando ambos el horizonte y vigilando el velamen y los dos timoneles. Dad orden, dijo el barón, de que ningún soldado ni marino se deje ver hasta que el clarín les mande tender los arcos.

Ella seguía con la casa de comercio de su marido, bajo la razón insocial de la viuda Chemed. En aquella ocasión volvía de solazarse de una quinta que tenía en Churriana. Seis atezados etíopes la llevaban en silla de manos, y dos escuderos, una dueña y cuatro pajecillos egipcios la acompañaban también para más autoridad y decoro.

Los libros que leía, las lecciones que escuchaba, dejaban en su espíritu profunda huella; y el pobre muchacho, traído del campo hasta la morada del obispo, trasladado de pronto desde la libre existencia de los prados y montes al severo recinto por donde vagaban, como espectros atezados, los familiares de su tío; obligado a cambiar de género de vida, rodeado siempre de rostros en que parecía delito la sonrisa, sin nadie a quien poder trasmitir las primeras impresiones que, como bandada de pájaros no avezados al vuelo, se alzaban en su alma, fue poco a poco haciéndose reservado y triste; sintió anublado su espíritu por las sombras que la soledad engendra, y sólo halló para sus cavilaciones puerto de refugio en la esperanza del porvenir.