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¿Equi...? Equilibrio. Ya; no lo digo bien; pero comprendo lo que es. ¿Y cómo me va usted a recortar? ¡Oh! Se necesitan muchas lecciones... es la única manera de que usted no sea desgraciada toda la vida. ¡Ah!, este mundo es una gaita con muchos agujeros, y hay que templar, templar para que suene bien. Usted no sabe de la misa la media.

Visitó a Meissonnier, convidó a comer a Carlos Durand, y pudiendo conseguir que Raimundo Madrazo la diese algunas lecciones por pura galantería de cumplido caballero, volvióse a Madrid, dejando a Rosa Bonheur tamañita y royéndose los codos de envidia.

Gran amigo de M. de Lamartine, mi cuñado, dio por amistad lecciones de matemáticas a mi Alfonso. Era uno de estos monumentos antiguos que no quisiéramos jamás ver derrumbados. Amamos el tiempo cuando somos jóvenes, pero al llegar a viejos, el amor se convierte en veneración.

Debíamos ir a la tertulia de doña Flora, y mientras llegaba la hora, mi amigo, que quise que no, hubo de darme nuevas lecciones de esgrima.

No donde hallar el leteo ni el nepentes, dijo, pero he aprendido muchos nuevos secretos entre los salvajes; y esta receta que me dió un indio en cambio de algunas lecciones mías, tan antiguas como Paracelso, es uno de esos secretos. Bebe esto. Será sin embargo menos calmante que una conciencia limpia y pura; pero no puedo darte eso.

Se ocupa de los Jardines Botánicos para colegios, y da modelos para ejercicios de lecciones con hojas y flores. =Libro Primero de Zoología.= Por el Doctor JUAN GARCÍA PURÓN. Obra adoptada de texto en España y varios países Hispano-Americanos.

¡Las latas que me dan estos muchachos exclamó Maltrana y las que me darán, para evitarse el pago de un maestro!... Han bajado en Tenerife únicamente para comprar libros españoles, y pasan las horas con ellos, rumiando las breves lecciones tomadas en Berlín.

Con la superioridad que le prestaba la experiencia de la vida abordada por los lados más dificultosos, en el más grande de los escenarios, y según el progreso moral que suponía en su discípulo, había elevado poco a poco el tono de sus consejos. Sus lecciones se convertían ya casi en conversaciones de hombre a hombre.

Ana, por complacerle, le escuchaba con los ojos fijos en él, sonriente, y bajaba al parque cuando se trataba de lecciones prácticas. Frígilis llegó a entusiasmarse, y una tarde contó la historia de su gran triunfo, la aclimatación del Eucaliptus globulus en la región vetustense.

Aprende de . ¿No ves qué sereno estoy? He pasado por todas las crisis de la ira, de la rabia y de la locura... Es que las lecciones me han valido. Bueno; porque eres un santo... Yo no soy santa, ni quiero. ¿Y por qué no habías de serlo también?