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Actualizado: 2 de junio de 2025
43. Fenecia el mes de Julio, cuando unos correos de Yapeyú, volando ó corriendo, avisaron que en el salto del Uruguay se veian 20 lanchas de españoles: que los exploradores cruzeños se habian encontrado con los exploradores españoles, y que les habian oido decir, que por mandado de los generales del ejército se acercaban: que cuatro religiosos, de la familia del Seráfico Padre San Francisco, habian de venir á Yapeyú,
16. Estaba tranquilo el Rio Uruguay, todas las cosas estaban en silencio de parte de los Españoles, y aquel grande aparato bélico se quedò en proyecto; ni el invierno que ya habia empezado, permitia otra cosa. De la junta reciente que se habia celebrado, salieron por embajadores á los de Yapeyú, de cada uno de los pueblos de la otra banda del Uruguay, y tambien á algunos mas remotos, los principales caciques: porque como corrió la fama que los ánimos de aquellos moradores estaban discordes, y que unos con los pròceres, se inclinaban con unánime sentir
A la religión de la Merced pudiera señalarse los diez pueblos de los departamentos de San Miguel y Yapeyú, y a la de Santo Domingo los siete de este departamento de mi cargo, porque esta religión es menos numerosa o carece más que las otras de religiosos lenguaraces.
45. Entretanto, los pueblos situados á la otra banda del Uruguay, con los de San Nicolas que estan de esta, juntaron á toda prisa 11 partidas contra los Españoles que se iban acercando: á saber, los Concepcionistas, las Nicolasistas, los Tomistas, y finalmente los de la Cruz, los de los Apóstoles, con los de San Carlos y San José, los de San Xavier, y tambien los de San Borja: pero, habiendo mudado de parecer, se apresuraban á unirse á los de Yapeyú. Demas de esto, los de los Martires, que ahora poco há, persuadidos del cura, se habian resuelto á marchar, se quedaron atras: así decian, pero falsamente, porque se fueron despues en canoas por el rio Uruguay. Solo un indio, único del pueblo de Santa María, que poco há habia sido depuesto del cargo de capitan de dicho pueblo, con algunos pocos compañeros, se fué á los reales de los suyos á aumentarlos, no en número sino en
La gente de Yapeyú avisaba aun, que 160 familias del mismo pueblo se habian ido al Rio Negro, otras tantas al paso de las Gallinas, ó al rio Guéguay, á servir de presidio á sus tierras y de impedimento al enemigo, si las infestasen.
Además de esto, el año de 82, por disposición real, publicó edictos el Ilustrísimo Señor Obispo de Buenos Aires, llamando a los clérigos que quisieran oponerse a los curatos de los diez y siete pueblos de indios de este obispado, y llama Su Señoría Ilustrísima para cada pueblo a dos individuos para curas, expresando que el sínodo de cada uno son 200 pesos; y añade Su Señoría Ilustrísima que para el pueblo de Yapeyú sólo llaman a uno por estar ya provisto otro clérigo en él.
Las cosas en Yapeyú anduvieron muy turbadas por todo el mes de Noviembre: porque como los curas de este pueblo lo querian apartar de la confederacion, no cesaban de persuadirles, que concediesen á los Españoles paso franco, y abandonasen de facto las llaves.
Y finalmente corria por entonces cierto rumor, que habiendo vuelto los exploradores de Yapeyú, los cuales rio abajo vigiaban los movimientos de los españoles, habian dicho, sin asegurarlo, que aquel su perseguidor habia sido llevado á Lima, nande moangeio hare ogucrhaima Lima yape. Se espera mas cierta noticia de esto.
Contaron ademas, que entre los soldados se iba entrando la peste, de camaras de sangre y viruelas; tambien por este tiempo corria el rumor, y no falso, de que seis españoles habian llegado de Buenos Aires con nueve cartas, al pago de San Pedro, que es de los de Yapeyú; mas que los estancieros, habiéndoles quitados las cartas, habian muerto tres, salvándose los demas con la huida, y estaba entre los muertos un hijo de un regidor, que es ahora, y en otro tiempo fué Teniente General de la Ciudad de las Corrientes, como se supo por las cartas del padre, que inconsideradamente pedia se le diese sepultura eclesiástica, y los arreos del caballo.
Estos indios son bastante tratables, guardan fe en sus contratos, castigan a los delincuentes, sin permitir se haga daño a nadie, si no han recibido antes algún agravio, y así viven en buena armonía con todos los de los pueblos, menos con los de Yapeyú, que, porque éstos les han hecho algunos daños, siempre que pueden se vengan de ellos.
Palabra del Dia
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