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Actualizado: 29 de junio de 2025


Eran estos dos libros Tratado de la tribulación, de fray Pedro de Ribadeneyra, y La conquista del reino de Dios, de fray Juan de los Angeles. Serafina dio a entender a don Andrés que su ama tenía grandísima curiosidad de saber quién había apaleado a Antoñuelo y por qué motivo.

18 Y escribe al ángel de la Iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al latón fino, dice estas cosas: 21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicación; y no se ha arrepentido. 22 He aquí, yo la echo en cama, y a los que adulteran con ella, en gran tribulación, si no se arrepintieren de sus obras;

8 El justo es librado de la tribulación; mas el impío entra en lugar suyo. 9 El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos son librados con la sabiduría. 10 En el bien de los justos la ciudad se alegra; mas cuando los impíos perecen, hay fiestas. 11 Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos ella será trastornada.

5 en testimonio del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del Reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. 6 Porque es justo acerca de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan; 7 y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús del cielo con los angeles de su potencia,

Comenzó en esto a agravarse la enfermedad del padre, fueron precisos mayores gastos, vinieron para la familia días tristes y afligiose sobremanera doña Manuela; por todo lo cual determinó Tirso empezar a cumplir su propósito, imaginando que en medio de la tribulación es cuando más fácilmente se avasallan los corazones. Su madre y su hermana fueron las primeras a quienes pensó atraerse.

Ella ahogó su tribulación en el monstruoso refugio del aguardiente. Escenas de la mala vida, recuerdos de las horas bohemias, negras y desoladas, en que el hambre era absurdo funámbulo en nuestras cabezas y lobo en nuestras entrañas. Las tengo cariño, porque al cabo han sido ser de mi ser.

El anhelo de casar a sus hijas gozaba tanta vida en el fondo de su ser como el desprecio de la fuerza armada. ¡Cuánto le pesaba de haber vociferado tanto contra ésta! En su tribulación llegaba a deplorar que Núñez perteneciese al arma de infantería. Si fuese siquiera marino, disminuiría la gravedad del conflicto.

9 El que mudare las piedras, tribulación tendrá en ellas; el que cortare la leña, en ella peligrará. 11 Si mordiere la serpiente no encantada; no es más el lenguaraz. 15 El trabajo de los locos los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.

Se pasaba horas y horas en el confesionario. Desde el convento bermejino tenía con frecuencia que ir al convento de la ciudad cercana, donde tenía no pocas hijas de confesión entre el señorío. Era además hombre de consejo y tino en los negocios mundanos, y acudían todos á consultarle cuando se hallaban en tribulación, apuro ó dificultad.

2 Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegrará, sino aquel a quien yo contristare? 4 Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fueseis contristados, sino para que conocieseis cuánta más caridad tengo para con vosotros. 6 Bástale al tal esta reprensión hecha por muchos;

Palabra del Dia

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