Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
Después de algunas palabras de vulgar despedida y de una significativa mirada en que puso la señora Miguelina una súplica de silencio, tomó el caballo el trote por el camino del estanque. El cielo estaba cubierto y una ligera neblina humedecía el rostro y las manos.
»Las cosas han cambiado de rumbo: hoy, en un momento de olvido, me dejé caer en sus brazos. He visto, demasiado tarde, que ya no había manera de escapármele. Pero antes que ser suya, prefiero darme la muerte. »Y todavía tengo que dirigir a usted una súplica. Es la súplica de una moribunda y, si está en poder de usted, accederá usted a ella.
Esto suplica a V. S. Muy Ilustre la humildad de un forastero, que a beneficio de honras y favores no merecidos, se reconoce gustoso con obligación de paisano.
Los ojos de la niña suplicaban sin comprender el riesgo a que podía exponerle la súplica, y los de Lázaro querían entender el ruego; pero el cura veía alzarse ante sí su propia imagen, como se interpone lo imposible entre el hombre y la felicidad.
Señor, yo que de bienes en la cuna pude largos tesoros merecerte, tal vez para que así fuera más fuerte el golpe de perder tanta fortuna; no te pido, con súplica importuna, ni paz del alma, ni tranquila muerte, ni que el rigor endulces de mi suerte, ni de este pobre mundo dicha alguna.
Cuento con su razón y con sus sentimientos para hacerle comprender que tiene algo mucho mejor que hacer que permanecer solterona... Evidentemente exclamó el señor Boulmet. Una joven tan bonita, tan inteligente, tan instruida... Una mujer superior... Señor Boulmet dije en tono de súplica, ofendida por unos cumplimientos que tomaba por una burla.
Yo tendré siempre le respondió Bermúdez afablemente , el mayor gusto en servirle en cuanto pueda, señor don Adrián: no lo dude usted un momento. No lo dudo, señor don Alejandro replicó el otro . Y voy, en prueba de ello, a la súplica.
A esta súplica del año 1275, que se conserva, sigue otra explicación escrita en nombre de Alfonso, que, según todas las probabilidades, proviene del trovador citado, y parece el plan á que había de ajustarse la resolución del rey, caso de acceder á lo propuesto por el suplicante.
Tan pronto como vuelvo las espaldas todo se trastorna. Tiemblo sin cesar de que un día mi trabajo le parezca insuficiente. Así se quejaba la desdichada, y yo misma tenía el corazón despedazado al ver tanto dolor. Escucha, tengo que hacerte una súplica dijo ella finalmente, tomándome ambas manos: sondea a Roberto, procura saber si está contento de mí, y después me lo dirás.
Y ella, obedeciendo a aquella extraña indicación y notando también la súplica que se veía en el rostro del veterano, rogó al General y su séquito que esperasen allí; dijo Sarto a la muchacha que se apartase a distancia, y él y Flavia se dirigieron a pie hacia donde estábamos. Cuando los vi acercarse, me senté, agobiado, en el suelo y oculté la cara entre las manos. No podía mirarla.
Palabra del Dia
Otros Mirando