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Actualizado: 2 de junio de 2025
Pero atención, mon petit, que aquí llega Chandos en persona con su compañía y tras ella pendones y escudos entre los que reconocerás á lo mejor de nuestra nobleza. Mientras hablaba Simón había desfilado ante ellos fuerte columna de arqueros, seguidos de un portaestandarte que llevaba en alto el pendón de Chandos.
Tan pronto miraba su persona como su sombra corriendo por la pared, larga, angulosa, doblándose en las esquinas del muro. «¡Ah!... Jacinta, yo te quisiera ver casada con este... Entonces me reiría, me estaría riendo tres años seguidos». Maximiliano se desnudaba para acostarse. Al quitarse el chaleco, salían de las boca-mangas los hombros, como alones de un ave flaca que no tiene nada que comer.
El gaitero con su gaita adornada con cintas de colores y el tamborilero desembocaban ya frente á la casa seguidos de un enjambre de niños. Allí se pararon para tocar la alborada. Los vecinos salían á las ventanas y á las puertas pintándose en todos los rostros la alegría.
Sus dolores se distinguen por la agravacion nocturna y por la exacerbacion al tocar la parte afecta; son seguidos, no de hormigueo y espasmos, sino de debilidad pura.
El antiguo y populoso condado de Hanson fué de los primeros en responder al llamamiento con gran golpe de soldados. Al norte ondeaban los estandartes de los señores de Brocas y Roche, el primero con la cortada cabeza de sarraceno en el centro del escudo y el segundo con el histórico castillo rojo de la casa de Roche, seguidos ambos por numerosos combatientes.
El rey de la casa era un señor rubio que desde los bancos de la oposición se divertía molestando al jefe del gobierno: un diputado eterno con fuerzas para hablar tres días seguidos. Rafael había oído ponderar la concisión y la claridad de la oratoria moderna en los parlamentos de Europa. Los discursos de los jefes de gobierno en París o Londres llenaban media columna de un periódico.
El portero acababa de abrir la verja y el automóvil de la casa, tras un retroceso para reanudar su marcha, entraba lentamente por la avenida principal del jardín. Corrieron los jóvenes, seguidos por el aña, hacia la entrada del hotel, para salir al encuentro de doña Cristina. Al descender ésta del automóvil y ver á Pepita con el ingeniero, miró severamente al aña.
La eufrasia no es estraña á los dolores reumáticos; son pasivos, calambroides, seguidos de adormecimiento, de tension, de pesadez paralítica. Dolores lancinantes recorren el cuerpo que espresa una sensacion de frio.
Damas mal tapadas con un kimono, señores en pijama, se deslizaban por el pasillo discretamente sobre la suavidad silenciosa de sus pantuflas, todos en la misma dirección, lanzando una ojeada de cólera hacia la puerta luminosa que sorprendía el secreto de sus miserias corporales. Por fin tuvo que cerrar la puerta. Abrió un libro, y le fué imposible leer dos párrafos seguidos.
Una o dos veces por semana venían a visitar a su prima Beatriz, llegando por los caminos como demonios a todo lo que daban sus rocines, y seguidos, de muy lejos, por un ayo que taloneaba rabiosamente la mula entre la blanca polvareda.
Palabra del Dia
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