Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de junio de 2025


Para concluir, y en pro de este tipo tan popular en Santander, haré una ligera observación: de vástagos tan carcomidos y tortuosos son muy frecuentes aquí robustos y fructíferos troncos.

Salió de Santander al rayar el alba: el cielo diáfano, como pocas veces suele verse en aquella costa; la mar azul y rizada. Corría un viento fresco y ligero, que ensanchaba el pecho y abofeteaba las mejillas. Subió al puente con el capitán, que se reía de verle tambalearse y cogerse fuertemente a la barandilla, y desde allí contempló el espectáculo sublime de levantarse el sol en el mar.

En lo más lejano de él, pero muy lejano, y como si fuera el comienzo de lo infinito, una faja azul recortando el horizonte: aquella faja era el mar, el mar Cantábrico; hacia su último tercio, por la derecha y unida a él como una rama al tronco de que se nutre, otra mancha menos azul, algo blanquecina, que se internaba en la tierra y formaba en ella como un lago: la bahía de Santander.

Por parte de mi abuelo ya fue cosa muy diferente. Nuestra casa de Tablanca ejercía en todo el valle, por virtud de su condición benéfica amén de ilustre, cierto señorío indiscutible y patriarcal, y era el paradero obligado de todas las personas notables que pasaban por allí, incluso los obispos. Solamente en lo que recordaba mi padre, se habían hospedado dos en ella: el de Santander y el de León.

No te duermas sobre los laureles, pillo, porque en cuanto yo pueda entenderme con ella, se lo he de aconsejar. No te hará caso. ¡Quién sabe! Le haré ver lo que eres con esa cara de angelito de retablo. Desde Santander, Miguel telegrafió a Pasajes, dando noticia de su llegada. Así que saltó del tren en Madrid, puso otro telegrama, y escribió aquel mismo día.

Por de contado que la noche antes del día en que se hizo á la vela para Santander, armó con otros camaradas de profesión la gran culebra, en la cual hubo todo aquello de echar los muebles á la calle, entrar la policía, apagar la luz, saltar por la ventana, cerrar la puerta por fuera, tirar la llave á la alcantarilla, etc., etc.

¿No cree usted que solamente el ferrocarril ha de alterar notablemente la fisonomía local de Santander? Y á propósito, ¿qué hay de ese proyecto? Que ha llegado á ser casi una realidad, y que muy pronto se van á empezar las obras. ¡Dios quiera que con ellas no se ponga en un conflicto á la población! No comprendo.... Por de pronto ya se nos ha llenado el pueblo de gente extraña...; ¡ay, qué tipos!

Habia perdido en la diligencia, en Alar-del-Rey, una cartera de viaje conteniendo todos mis valores y papeles, y al caer en cuenta de ello me encontré en Santander sin los elementos indispensables para viajar: dinero, pasaporte y recomendaciones.

Lo pasado es triste pero venerable en muchos de sus rasgos. Lo porvenir será una época de resurrección para Valladolid. El canal de Castilla. La provincia de Palencia y su capital. Alar-del-Rey; las fuentes del Ebro. El rio Besaya. La provincia de Santander. La ciudad y su bahia.

Las unas se inclinan al oriente en busca del Ebro; las otras concurren á formar el lindo rio Besaya, centro del pequeño valle marítimo de Santander. El aspecto de la hoya del Besaya era riquísimo de colorido y vitalidad. Un país enteramente distinto de cuantos habia recorrido en España, y particularmente en Castilla, se ofrecia á mi contemplación.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando