Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de junio de 2025
Este pues fue el principio de los Judíos en Mallorca y sus progresos: veamos ahora su conversión y que hay que fiar de su Fe. CUAN POCO HAY QUE FIAR DE LA FE de este linaje de gente. No sé yo si ha habido en el mundo Nación más fácil en dejar a Dios y su ley cuando ella podía salvarlos, que la de los Judíos; ni al contrario más pertinaz en seguirla después acá que solo puede perderles.
Nada hice para salvarlos del total olvido, convencido de que toda cosa que es abandonada merece serlo y que no hay un solo rayo de verdadero sol perdido en todo el universo. Hecho este barrido de conciencia, me ocupé de tareas menos frívolas. Se hacía entonces mucha política por doquier y particularmente en el medio observador en que yo actuaba.
Pero allí tuvieron los visitantes una grave contrariedad, y fué que habiendo mostrado el rey deseos de ver las cartas de Hernán Cortés, de Pizarro, de Almagro y de los principales conquistadores de América, hubo que manifestarle que no se encontraban allí, pues la Junta Suprema, al acercarse los franceses, se llevó á Cádiz cuantos documentos, planos, cartas y papeles pudo, con objeto de salvarlos de que cayesen en poder de los invasores.
En la tercera jornada se tiene que arrostrar una de las mayores dificultades que presenta el Mamoré para su navegacion; pues hay un punto en el que estrechándose mucho su corriente, viene á ser mas impetuosa, y forma unos remolinos en embudo, demasiado rápidos para que las canoas puedan salvarlos sin aventurarse demasiado: es tal la violencia con que azota el agua al pasar por encima de ellas, que la débil embarcacion vacila y se bambolea como si hubiese chocado contra una roca.
El Rey da fácil crédito á esta acusación, á la cual favorecen otras circunstancias falaces, y condena á muerte á los dos nobles hermanos, inocentes de toda culpa. Inútiles son los ruegos que, por salvarlos, hacen al soberano los grandes más influyentes del reino, y vanos también los de Doña Ana, que se arroja á sus pies sollozando.
Levantó su campo y se puso en marcha á las doce de la noche, dejando dispuesto le siguiesen, como único medio en aquellas críticas circunstancias, lo que efectivamente egecutaron la mañana inmediata hasta Chucuito, escoltando al vecindario de Acora, y los que habian escapado de Juli é Ylabe, de cuyas poblaciones se apoderaron al instante los rebeldes, y entregaron á las llamas la cárcel, la horca y algunas casas particulares, saqueando en las iglesias los muebles de los que procuraron salvarlos á la sagrada sombra de su respeto.
Pues para que no se vuelva merienda de negros debemos seguir combatiendo en la Grande Antilla dijo entonces D. Valentín. Los cubanos, ni con mucho, son todos rebeldes, y tenemos el deber de defenderlos de los foragidos y de salvarlos de la rapacidad y de la insolencia tiránica de los aventureros que quieren apoderarse de la isla.
Palabra del Dia
Otros Mirando