Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de julio de 2025


¡La mía! replicó prontamente el Delfín, dejando entrever la fuerza de su amor propio , la mía... un animalito muy mono, una salvaje que no sabía leer ni escribir.

En seguida les entra la reacción y corren y se atropellan, hasta que concluyen por formar enfrente de la portilla, en dos hileras, entre las cuales pasa el ganado, que, no por haber pacido durante cuatro meses la yerba de la libertad salvaje, ha perdido su natural mansedumbre.

El noble salvaje se remangó la camisa y dejó ver el antebrazo, donde había una señal roja bastante larga. Diablo; ha sido un golpecito regular dijo Castro. Un planazo manifestó Alvaro. No; más bien parece que ha sido con el corte. Lo que hay es que pegando enteramente a plomo y no tirando un poco del sable al mismo tiempo, el corte suele embotarse.

Era yo como salvaje que, sin conocer un arma, la dispara y hiere de muerte.

Así, en materia de caminos, la naturaleza salvaje dará la ley por mucho tiempo, y la acción de la civilización permanecerá débil e ineficaz.

Hasta aquella muchedumbre heterogénea en la que había muchos con un pasado europeo repleto de delitos se atrevía á dirigirle reproches, obligando á la autoridad de la Presa á guardarla con aquellos dos hombres apoyados en sus sables que veía desde su ventana. ¡Y ella había atravesado el Océano y venido á instalarse en una tierra casi salvaje, para encontrarse finalmente en tal situación!...

Otro jornalero más joven añadió, con una risa bestial: Anda como un perro detrás de esa gringa hermosota que huele tan bien y á la que llaman «la marquesa». Yo también, si pudiera... Y añadió algunas palabrotas que hicieron reir á muchos con expresión salvaje de deseo.

Guardaba Torrebianca entre sus papeles un retrato enviado por Robledo, en el que aparecía á caballo, cubierta la cabeza con un casco blanco y el cuerpo con un poncho. Varios mestizos colocaban piquetes con banderolas en una llanura de aspecto salvaje, que por primera vez iba á sentir las huellas de la civilización material.

Todo á los ojos del viajero es salvaje y solemne. Allí se camina por el fondo de gargantas profundas, ó por encima de faldas muy arrugadas, que se van eslabonando en tortuosos giros, conduciendo al viandante de sorpresa en sorpresa.

Así transcurren las horas hasta la caída de la tarde, en que se entregan al baile africano conocido por el "maní", y entregados á esa salvaje expansión, llena de movimientos lúbricos, están hasta muy entrada la noche. Duermen casi todos en el suelo, cubiertos con un par de yaguas, y las mujeres van á los bohíos cercanos al campamento con sus chiquillos.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando