Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de junio de 2025


No ha de haber necesidad de nada, Rufino, porque esta fiesta no ha de repetirse. Más vale así, niño; ¡mire que seria una lástima!... ¿Y usted tiene todo listo para regresar mañana, Rufino? le preguntó Lorenzo para cortar la conversación. , niño, todo, sólo me faltan unas cartas que me dijo don Melchor que me iba a dar.

De nada de esto se hizo caso, porque toda la atencion de los inquisidores se habian llevado los clamores de Leon de Castro, frenético insolente en quien se vió renacida la persona de Rufino el adversario de San Gerónimo: pues á ejemplo suyo decia que el testo hebraico estaba corrompido por los rabinos, i que por consiguiente, cuantos con él promovian la autoridad del original hebreo eran unos verdaderos judaizantes, i conjurados enemigos de la Iglesia.

Terminado el baño de Melchor reapareció éste y pasaron al comedor donde durante la comida comentó complacidamente los diversos episodios del día, lamentando sólo no haber tenido tiempo de escribir las cartas que había pensado enviar con Rufino, cuyo regreso estaba improrrogablemente fijado para la mañana siguiente según lo tratado en la cochería de Gaspar.

Estando en aquella provincia, pasamos por amarguísimas penas á consecuencia de pérdidas de seres queridos ausentes, y seríamos harto ingratos si no recordáramos á Aramburo y á su bella y distinguida señora é hijas; á toda la colonia que forman la casa comercial de los Muñozes, al chispeante al par que misántropo Avila, al decidor Carrascoso, tan olvidado de la política que le llevó á aquellas tierras, como ingrata fué con él, al cáustico José María, al servicial Rufino, al inteligente Pasiano, y á tantos amigos y amigas á quienes mandamos en estas páginas un profundo recuerdo de gratitud.

Esta composicion, escrita bajo la impresion que causó en Montevideo la noticia de aquel desastre, se publicó por la primera vez en una Corona Fúnebre dedicada á la memoria de Rufino Varela, á cuya formacion contribuyeron todos los poetas argentinos que han consagrado sus cantos á la libertad.

Quizás exprese D. Rufino J. Cuervo, pues ya se entiende que éste es el autor de la carta, no ya una convicción, sino el temor, propio de quien mucho ama, de que aquello que ama desaparezca o muera.

Bien del todo, no, señor; pero está mejor... eso ... y cuidándose no ha de suceder nada... ¿y sabe la novedad, niño? agregó dirigiéndose a Lorenzo, que la niña Sofía está pedida y según me dijo la señora que le dijera, que parece que para mayo o junio. , Rufino, Sofía me escribió dándome la noticia.

El grupo se dirigió a la caballeriza de donde regresó a las piezas interiores a las que Rufino y Baldomero llevaron los paquetes de que aquél era portador y que fueron colocados en la mesa de la sala.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando