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Actualizado: 14 de mayo de 2025
En el altar mayor dejó una Asunción, La Visitación de Santa Isabel á la Virgen, La Encarnación, El Nacimiento de Jesús, La Adoración de los Reyes, los cuatro doctores de la Iglesia, San Buenaventura y un crucificado, y en otros retablos las imágenes de Santo Domingo, Santo Tomás y San Vicente Ferrer.
Humillado ante el altar de los Dolores, y después ante la imagen de San Lesmes, permanecía buen rato en abstracción mística; despacito recorría todas las capillas y retablos, guardando un orden que en ninguna ocasión se alteraba; oía luego dos misitas, siempre dos, ni una más ni una menos; hacía otro recorrido de altares, terminando infaliblemente en la capilla del Cristo de la Fe; pasaba un ratito a la sacristía, donde con el coadjutor o el sacristán se permitía una breve charla, tratando del tiempo, o de lo malo que está todo, o bien de comentar el cómo y el por qué de que viniera turbia el agua del Lozoya, y se marchaba por la puerta que da a la calle de Atocha, donde repartía las últimas monedas del cartucho.
Entre los documentos pertenecientes al Hermano Matías publicó el mismo anotador de Llaguno los papeles de que se ha hecho mérito; son dos representaciones dirigidas al obispo para persuadirle á que mandase labrar el retablo de jaspes y bronces, y demostrarle que podria hacerse mas presto y mas barato que de madera, y una esposicion sobre el modo y economía con que se debia trabajar dicha obra: documentos del mayor interés por las noticias que contienen sobre los inconvenientes que se ofrecen en los retablos dorados, sobre el modo de dividir y ajustar la obra manual en aquel tiempo, sobre los precios corrientes de las labores en talla de madera y en mármol, y sobre otros muchos objetos propios del arte, con prevenciones utilísimas acerca del modo de contratar la obra, de lo que se ha de dar á los artífices, y de las obligaciones de estos.
Trujeron exploradores que nos buscasen los ojos por toda la cara, y a mí, como había sido mi trabajo mayor y la hambre imperial, que al fin me trataban como a criado, en buen rato no me los hallaron. Trujeron médicos y mandaron que nos limpiasen con zorras el polvo de las bocas, como a retablos, y bien lo éramos de duelos.
De orden dórico, y sólo rico en vulgares retablos churriguerescos, resulta frío é insignificante. Únicamente llama allí la atención el Retablo del Altar Mayor, por lo enorme, colosal y complicadísimo de su estructura. Puede decirse que es una tempestad de pino y oro, al par que un motín contra las reglas arquitectónicas.
En las dos cabeceras del salón ardían enormes troncos de encina dentro de sendas chimenas con retablos de roble tallado, cuyos adornos casi llegaban al techo. Todos los manjares que estaban sobre la mesa habían venido de París acompañados de una comitiva de criados y marmitones. Se exceptuaba el pescado, que procedía del Cantábrico, y un pudding llegado por la tarde de Londres.
«... La ciudad, calles y plazas, están llenas de muchachos pequeños que andan perdidos pidiendo limosna y muriéndose de hambre, y quedándose á dormir por los poyos y portales desnudos, casi encueros y expuestos á muchos peligros como se ha visto algunas veces por la experiencia, que han sucedido entre otros pícaros á quien se llegan, y otros amaneciendo muertos del hielo y así mismo se han multiplicado los ladrones porque hay infinitos muchachos que lo son, y los clérigos de San Salvador se quejan que después de que se quitó la casa de los niños hallan en la iglesia detrás de los retablos muchas bolsas de las que quitan los tales ladrones muchachos».
Palabra del Dia
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