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Actualizado: 22 de julio de 2025


El día 1.º de enero de 1853, la duquesa llevaba al Monte de Piedad su anillo de boda. Es preciso estar bien falto de todo socorro humano para empeñar un objeto de tan escaso valor como un anillo de matrimonio. Pero la duquesa no tenía ni un céntimo en casa y no se vive sin dinero, por más que el crédito sea el gran resorte del comercio de París.

Después se creyó en el caso de refrenar el vuelo de su fisonomía, dándole la gravedad apropiada al caso; pero tan pronto como consiguió llevarlo a cabo, su boca volvió a dilatarse, recobrando la posición anterior como un resorte que se suelta. Tornó a cerrarla con esfuerzo y de nuevo volvió a soltarse, repitiendo la operación algunas veces antes de pronunciar una palabra.

Y lo que es más esencial, puesto que forma la parte más importante de la poesía dramática, lleva al espectador al paraje céntrico, desde el cual columbra en el conjunto su verdadera perspectiva, y contempla todo el círculo de los esfuerzos hechos por los personajes que intervienen en la fábula, y el resorte más íntimo que la produce.

No estaba triste ni siquiera preocupado ni aun en los momentos en que, según confesión propia, su imperturbable confianza había sufrido un poco. El despecho no se manifestaba en él más que por una especie de irritabilidad más aguda, y no hacía más, por decir así, que añadir un resorte de temple más seco a su audacia.

Los hombres de nuestro tiempo se parecen a esos niños que rompen sus juguetes para conocer el secreto de su construcción; roto el juguete, ¿qué queda de él?; un resorte de acero, un pedazo de vidrio, un cascabel; y, en cuanto al encanto, ha desaparecido. 21 de abril. ¡Renovarme! te decía el otro día; ¡ay! ¡si pudiese solamente distraerme... olvidar!

En 1821 estos procedimientos estaban aún en boga, y Bozmediano era maestro consumado en el asunto. Conocía el resorte de los barberos, de las terceras, de los abates, siendo muy diestro en el uso de disfraces, engaños y supercherías amables, como entonces se llamaba á estas cosas.

Era una americana del Norte, de edad problemática, entre los treinta y dos y los cincuenta y nueve años, siempre con faldas cortas, que al sentarse se recogían indiscretas, como movidas por un resorte. Varios bailes con Desnoyers y una visita á la rue de la Pompe representaban para ella sagrados derechos adquiridos, y perseguía al maestro con la desesperación de una creyente abandonada.

Una nación compacta de más de cincuenta millones de almas, con elementos de riqueza, ingenio, cultura, iguales por lo menos a las primeras naciones de Europa, no puede ni debe, dicen, permanecer indiferente a la política europea. Por de pronto, los asuntos todos de la América deben ser de su exclusivo resorte, ejerciendo la legítima hegemonía a que su importancia le da derecho.

Pero un día en que nuestro funcionario descifraba, en compañía de su oficial mayor, los pergaminos de una noble y rica familia, rompiéronsele por la mitad las gafas, y cayeron sobre la mesa. Este pequeño accidente no le causó grandes molestias. Púsose provisionalmente unos quevedos con resorte de acero, e hizo cambiar el armazón de sus gafas en el muelle de los Plateros.

Con relación a los sentimientos morales, el impulso mecánico del utilitarismo ha encontrado el resorte moderador de una fuerte tradición religiosa. Pero no por eso debe creerse que ha cedido la dirección de la conducta a un verdadero principio de desinterés.

Palabra del Dia

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