Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de junio de 2025
De pronto continuó en alta voz el curso de sus reflexiones: Y aunque entrasen, ¿qué importa?... No por esto moriría el Derecho. Sufre eclipses, pero renace; puede ser desconocido, pisoteado, pero no por esto dejar de existir, y todas las almas buenas lo reconocen como única regla de vida. Un pueblo de locos quiere colocar la violencia sobre el pedestal que los demás han elevado al Derecho.
El dón mitológico parece nacer en él por lejano atavismo, y vese en su poesía un claro rayo del país del sol y azul en que nacieron sus antepasados. Renace en él el alma caballeresca de los Le Poer alabados en las crónicas de Generaldo Gambresio.
Su fisonomía revela la tranquilidad de un día sereno que acaba, aguardando del cielo su salario y renace en la tierra contemplando otras generaciones. Otra mujer, joven aún, tiene en sus manos un libro medio cerrado, que abre a menudo para leer un breve rato y volverlo a cerrar como si reflexionara lo leído.
Llegamos á San Luis, y renace nuevamente la calma; en San Luis está Mendieta con su columna, y también está Capmany, el héroe de Yarayabo, irreprochablemente vestido de facineroso. ¡Por fin! ¡¡Santiago!! La bella Santiago, como la bella Habana, no ha perdido su aspecto normal.
Un frio rígido y penetrante sucede á semejantes borrascas, que hacen declinar súbitamente la temperatura como de veinte grados, manteniéndola en el mismo punto uno ó dos dias, pasados los cuales renace la calma.
En la primavera, cuando renace todo, da gusto ver el verdor de hierbas y follaje dominar la blancura de las nieves. Los tallos del prado que pueden respirar otra vez y ver la luz de nuevo, pierden su tono rojizo y su apariencia calcinada y adquieren primero un color amarillento y después verde hermoso.
Entonces exclamo desde el fondo de mi conturbado corazón: Mi virtud desfallece; Dios mío, no me abandones. Apresúrate a venir en mi auxilio. Muéstrame tu cara y seré salvo. Así recobro las fuerzas para resistir a la tentación. Así renace en mí la esperanza de que volveré al antiguo reposo no bien me aparte de estos sitios.
He ahí lo que se le reprocha y es precisamente lo que nos encanta, a mí y a vuestros millares de lectores; he ahí lo que nos acomoda, nos alivia, nos templa y, sobre todo, nos cambia. Cuando se vive en una atmósfera irrespirable y malsana y se nos alcanza un frasco de esencias, no nos quejamos si sentimos demasiado bien, se le respira y se renace.
Arrastrados en la perpetua corriente, mudamos de forma, pero no de esencia, la cual renace o reaparece siempre para el dolor. En este sentido, los dioses, los asuras y los hombres son igualmente inmortales. GOPA. ¿Y no hay ningún dichoso? PRATYAPATI. Ninguno. La infelicidad es la primera condición de la vida. GOPA. ¿Y por qué Amor creó la vida, y la infelicidad con ella?
Lo demás, o dígase novelas, versos, historia, política, y hasta filosofía, el público debe pagarlo, y si no lo paga, mejor es que no se escriba o que se escriba de balde. Casi se puede afirmar que tal es el caso en España. Aquí renace la cuestión. ¿Esto es un mal o es un bien? Yo, a pesar de mis vacilaciones, y a pesar del interés personal que me lleva a creer lo contrario, creo que es un bien.
Palabra del Dia
Otros Mirando