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Actualizado: 23 de octubre de 2025


¡Oh! papá, me siento como si me ahogara. No hubiera podido creer que hubiese gente que viviera de este modo, tan aglomerada. ¡Qué lindas nos van a parecer las Canteras al regresar! Hija mía, a también me parece esto feo ahora, y además hay mal olor. No puedo convencerme de que el olor fuera antes tan desagradable.

Mientras la niña se paseaba solitariamente, otro sér había sido admitido en la esfera de los sentimientos de la madre, modificando de tal modo el aspecto de las cosas, que Perla, al regresar de su paseo, no pudo hallar su acostumbrado puesto y apenas reconoció á su madre. Una singular idea se ha apoderado de , dijo el enfermizo ministro.

Este es el motivo por el cual estoy tomando todas las medidas del caso, para recibirlos dignamente á su regreso, si es que logran regresar, pues como tengo mis motivos para presumir la ruta que se proponen seguir, he situado también algunas columnas en el camino que, según mis cálculos, intentan recorrer en su viaje de regreso.

Regresar a la catedral era quedarse en ella para siempre, renunciar a la vida; y él, que durante la guerra había gustado los encantos mundanales, no quería abandonarla tan pronto. Aún no era mayor de edad: tiempo le quedaba para acabar sus estudios. El sacerdocio era un retiro seguro, al que no tenía prisa de volver.

La aludida dio media vuelta rápidamente, para ocultar el rubor que teñía sus mejillas, aun a través del colorido postizo de las de su profesión, y la madre Shipton rogó a Flora que guardase silencio. Al regresar don Jorge de su penosa e inútil exploración en busca del camino, oyó el sonido de una alegre risa que el eco repitió varias veces.

Al cabo sucedió lo que era de esperar. Una tarde, al regresar del paseo con sus compañeros, cruzando desde el Prado a la calle de Alcalá, se vieron obligados a pararse por no ser atropellados de los carruajes. Los ojos de Miguel, que estaba en primera fila aguardando el desfile, tropezaron con los de su madrastra, que venía en carretela abierta.

Hasta entonces no había dormido nunca allá, pero como necesitase hacer una larga excursión al monte, determinó quedarse aquella noche y regresar al día siguiente. A las ocho en punto se detenía la berlina de Elena delante de una casa de la calle de Serrano donde vivía la de Peñarrubia.

Sentía surgir en su espíritu el sentimentalismo; pero, por desdicha suya, al notar que le molestaba un poco la frescura del río, comprendió que no vivía ya en aquella dichosa edad en que se sueña con las estrellas. Volvió sobre sus pasos y deshizo el camino andado. Al regresar a la hospedería habían ya desaparecido el señor Princetot y su esposa.

En Junio de 1867, hallándose los habitantes de Teruel en el estado mas aflictivo por la grande escasez de aguas, causa del aspecto desconsolador que presentaban los frutos de la tierra, agostados por los abrasadores rayos del sol; se llevó a la Catedral en solemne procesión rogativa dicha Sacratísima Imagen, a la que asistió el pueblo entero de Teruel: concluido el tiempo de novena, durante el cual llovió aunque poco, fue vuelta con la misma solemnidad a su Iglesia de San Salvador, y al regresar el clero y demás acompañamiento a la Catedral llovió de una manera tan abundante como pocas veces han visto los ancianos de Teruel, algunos de los cuales así como los documentos que hemos consultado, confirman lo que acabamos de consignar acerca del Santísimo Cristo del Salvador.

En el mismo día de mi llegada aquí, había tomado la diligencia de Beaucaire, una gran carraca vieja y destartalada que no necesita recorrer mucho camino para regresar a casa, pero que se pasea con lentitud a todo lo largo de la carretera para hacerse, por la noche, la ilusión de que viene de muy lejos. Íbamos cinco en la baca, además del conductor.

Palabra del Dia

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