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Actualizado: 17 de junio de 2025


Cuadróse Butrón delante de la dama y dijo golpeándose el pecho: ¡Confía en , Curra!... ¡Yo respondo! En aquel momento llamaron a la puerta: el registro había ya terminado y el jefe de orden público pedía permiso a la señora condesa para presentarle sus excusas. ¡Ay, no, no! exclamó Currita . Dígale usted que puedo muy bien pasarme sin ellas.

Pero ¿en dónde está este libro, y quién lo ha visto alguna vez? Es siempre extraño, que, por lo general, se conozca el título, y, sin embargo, nadie sepa qué comedias son éstas. Farsa Rosiela, nuevamente compuesta. Cuenca, 1558. De autor desconocido. Tres pasos de autores también desconocidos, impresos en el Registro de representantes de Timoneda. Valencia, 1561.

Francisca observó el embarazo general, y con su vivacidad de siempre, se apresuró a quitar al asunto todo carácter personal. ¡Vaya un cargante! exclamó. Qué manía de hacer sumas y restas... Solamente en el registro se puede tener un gusto tan pronunciado por el cálculo y sus complicaciones... Siempre es útil saber contar dijo dulcemente Genoveva.

Y sin poder contenerse se levantó diciendo: Vida mía, soy contigo. Y salió por la puerta de escape. A ver gritó en el pasillo ; Petra, Servanda, Anselmo, cualquiera... ¿se llevó la perdiz don Tomás? Anselmo registró las aves muertas, depositadas en la cocina, y contestó desde lejos: ¡, señor; aquí no hay perdices! ¡Ira de Dios! ¡Pardiez! ¡Malhaya! ¡Siempre el mismo!

No es que la gente deje de bautizarse y de inscribirse en el registro civil; pero el nombre puesto por la Iglesia y por el Estado, en completo acuerdo, sufre luego una trasformación radical. Un mote familiar y cariñoso puesto en el hogar o por los amigos, sustituye al nombre civil y de pila.

Eran a modo de clara de huevo. ¡Ay de la que no las soltaba en aquel registro, que tenía la solemnidad de una ceremonia religiosa! Cuando el pañuelo surgía sin ellas o con manchas de sangre, un griterío de muerte estallaba contra la impura. Era la demostración de su falta de virginidad.

Dolorosísimo fué el retorno, viniendo en 1500 bajo partida de registro, con grillos, lo mismo que sus hermanos Bartolomé y Diego en la carabela Gorda, cuyo maestre y propietario era Andrés Martín de la Gorda, y el capitán Alonso Vallejo. Debió de escoltarle la carabela Antigua que había llevado á Española el comendador Bobadilla.

Porque no estaba seguro de si procedían ustedes de buena fe dijo riéndose con toda franqueza. Me tomaron de sorpresa, y no tenía intención de expandirme prematuramente. ¿Pero nos ha referido usted todo lo que sabe realmente? exclamó Reginaldo. , no nada más replicó. En cuanto a lo que hay en el punto que indica el registro, lo ignoro por completo.

Como quiera que sea, no es posible ver sin indignacion que el rigor de las exigencias fiscales implique el sacrificio del pudor ó de la dignidad del viajero, sometido á la prueba del tacto, el registro, etc.

Adriana se acercó a la mesa y escribió su nombre al pie del acta, con la naturalidad de quien pone su firma al terminar una carta. Muñoz, en cambio, tomó la pluma temblando, y no pudo ocultar su emoción en aquel instante que ataba para siempre a la suya la misteriosa existencia de Adriana. Ella, terminada la ceremonia, llenó de licor varias copitas y sirvió ante todo a los empleados del Registro.

Palabra del Dia

rigoleto

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