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Actualizado: 5 de junio de 2025
Todos se reirán de mí.... Mira, dije á mi compañera, Paris tiene la presuncion de ser el pueblo universal; España está dentro del universo, de modo que tú cumples hablando en español. A las once y cuarto estábamos en la tertulia. Muchas sonrisas, muchos gestos, muchas contorsiones, muchas luces, muebles magníficos, un gusto refinado en todas partes, una comedia deliciosamente ejecutada.
La poción está compuesta de láudano y del jugo calmante de varias flores y plantas. Tal vez hay en la poción el refinado zumo de aquella hierba que gustó Glauco y le convirtió en Dios.
Sin embargo, este D. Casiano, cuando se encerraba en el cuartucho polvoriento y fementido que le servía de despacho y se colocaba delante de su mesa atestada de expedientes, no resultaba un hombre primitivo, sino bien refinado.
Encarnación era costurera; moza robusta, colorada, mofletuda, de fisonomía vulgar. Entre los artesanos de Sarrió pasaba por la mejor moza de las cuatro: para el catador inteligente y refinado valía muy poco.
La de Páez no come garbanzos decía Visita porque eso no es romántico. La repugnancia que por los juegos locos del Vivero sentía Anita, era romanticismo refinado en opinión de la del Banco.
Esta vez respiramos libremente; y una hora después estábamos en la cubierta del Montoya, en cuyo centro una gran mesa, cargada de rifles, escopetas, remingtons, anteojos y rodeada de cómodas sillas, nos produjo la sensación de encontrarnos en el seno del más refinado sibaritismo. Los grandes sufrimientos del viaje habían pasado.
En montón comprendía Emma que todo aquello significaba que la robaba el tío.... Y aquí estaba lo que ella entendía por lujo refinado.... No la importaba; y le dejaba hacer, le dejaba robar, prefiriendo no calentarse los cascos, calculando lo caro que le salía este placer de no meterse a pedir cuentas ni a reñir por cuestión de ochavos, ella que improvisaba una verrina a grito pelado sobre motivos de un caldo demasiado caliente.
Del discurso pronunciado por Pailleron, director de la Academia, sacamos el juicio sobre El Abate Constantín: «...De este género fino hasta refinado, de esta literatura elegante y discreta, vuestro volumen Dos matrimonios es quizá el tipo más acabado, ejemplar más simpático, pero el tiempo me ha sido contado para que pueda detenerme.
El hombre refinado y de complicaciones espirituales se ha hundido, quién sabe por cuántos años... Ahora sube á la superficie como triunfador el hombre simple, de ideas limitadas, pero firmes, que sabe obedecer. Ya no estamos de moda. Desnoyers asintió. Así era: ya no estaban de moda.
La diferencia fundamental entre los dogmáticos y los escépticos no está en que estos no admitan los hechos de conciencia; no llega á tanto el mas refinado escepticismo: unos y otros convienen en reconocer la apariencia ó sea el fenómeno puramente subjetivo; la diferencia está en que los dogmáticos fundan en la conciencia la ciencia, y los escépticos sostienen que este es un tránsito ilegítimo, que es necesario desesperar de la ciencia y limitarse á la mera conciencia.
Palabra del Dia
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