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Actualizado: 6 de mayo de 2025


46 Y estando él aún hablando a la multitud, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar. 49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

Es un consuelo un poco triste este de la paciencia; pero usándolo mucho, concluye uno por quererle y familiarizarse con él.... Yo tenía... hasta mis alegrías, señor, alegrías a mi modo, ¡pues qué sería de nuestra alivia si no tuviese medios de sacar alguna vez de misma lo que los de fuera no quieren darle!... En fin, señor, así iba pasando el tiempo, pasando, él ausente, yo sin esperanza.

Tal vez por no contrariar á su mujer. Puede que algunas veces haya tenido el llamamiento en la punta de la lengua y no se atreva... Ya sabes que el Capi es muy franco. Allí no te quieren: te tienen miedo. Hasta creo que el oficioso Urquiola ha metido en la casa á un médico de su cuerda. Pero el pobre Pepe piensa en .

Acaban de perdonarle la vida al gigante, y quieren que sea usted el encargado de todo lo referente á su enseñanza y su alimentación.

Mi padre dice que no son los hombres sino las mujeres las que toman la iniciativa, y que la toman sin responsabilidad, y pudiendo negar y volverse atrás cuando quieren.

Ya pueden los que me escuchan reírse cuanto quieran del traje, si bien no lo harán de la persona porque saben que no lo tolero. Está muy bien dijo Amaranta . Está muy bien ese traje, y sólo las personas de mal gusto pueden criticarlo. Señores, ¿cómo quieren ustedes ser buenos españoles sin vestir a la antigua?

Ya a mi compañero con estas cosas se le desconcertó el reloj de la cabeza, y dijo, algo ronco, tomando un pan con las dos manos y mirando a la luz: "Por ésta, que es la cara de Dios, y por aquella luz que salió por la boca del ángel, que si vucedes quieren, que esta noche hemos de dar al corchete que siguió al pobre Tuerto."

¡A mi mujer con eso! -dijo Sancho Panza, que hasta entonces había ido callando y escuchando-, la cual no quiere sino que cada uno case con su igual, ateniéndose al refrán que dicen "cada oveja con su pareja". Lo que yo quisiera es que ese buen Basilio, que ya me le voy aficionando, se casara con esa señora Quiteria; que buen siglo hayan y buen poso, iba a decir al revés, los que estorban que se casen los que bien se quieren.

¿Pero usted es el marido de doña Blanca? le dijo al fin, como expresando cierta vacilación. Vamos a ver, ¿cuál de los dos será?... le contestó mi tío señalándome y señalándose. Será ese mozo replicó la mujer, y como yo le dijera que no, permaneció sonriendo, con la desconfianza propia de una persona a quien la quieren hacer víctima de una broma.

Su marido se bebe casi todo el jornal, y a mitad de semana, ¡claro! tiene la infeliz que apretarse la barriga... ¡Válgate Dios! Y las más de las noches viene borracho perdido a casa, y le da cada sopimpa que la deja por muerta. ¡Cuántas veces se va la pobrecilla a la cama sin cenar y harta de palos!... Luego quieren que una, viendo estas cosas... ¡Vaya, más vale callar!

Palabra del Dia

bagani

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