Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de junio de 2025
La razón de encontrarse allí pacíficamente y no haber muerto en el patíbulo era haberse puesto al frente de una partida liberal poco antes de la revolución del 68. Cuando ésta estalló, le indultaron, gracias a las influencias de algunos magnates que le protegían. Era un hombre, al decir de Primo, «mu guasón y mu corriente», un hombre de bien, pero de muy mala sangre.
Hacía favores, mantenía a todos los que por su repulsión al trabajo y su mala cabeza eran temibles; daba dinero a los que servían de heraldos de su naciente fama en tabernas y cafés. Su ascensión fue rápida. Los viejos que le protegían y guiaban, se vieron postergados.
Los padres de Deusto le protegían, sonriendo benévolamente ante lo que llamaban sus calaveradas. Era exceso de vida: ya le casarían ventajosamente y sería un modelo de caballeros cristinos. Sánchez Morueta le veía en su casa con disgusto, pero no osaba manifestarlo claramente por consideración á doña Cristina, que parecía orgullosa de su sobrino.
Protegían sus piernas recias polainas de cuero, abrochadas con hebillaje hasta el muslo; sobre la ingle derecha flotaba la red de bramante de un repleto morral, y en el hombro izquierdo descansaba una escopeta moderna, de dos cañones.
Las señoras que protegían la casa sosteniéndola con cuotas en metálico o donativos, eran admitidas a visitar el interior del convento cuando quisieren; y en ciertos días solemnes se hacía limpieza general y se ponía toda la casa como una plata, sin desfigurarla ni ocultar las necesidades de ella, para que las protectoras vieran bien a qué orden de cosas debían aplicar su generosidad.
La infortunada joven sólo esperaba quizás oir una palabra amorosa de los labios de su amante para declararle que, á pesar de todo, deseaba ser suya; pero el iracundo Lope, dejándose arrebatar de la impresión del momento, se alejó para separarse de ella perpetuamente, en la inteligencia de que era despreciado por un rico americano, llamado Don Vela, á quien protegían los deudos de Dorotea.
Palabra del Dia
Otros Mirando