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Actualizado: 12 de mayo de 2025
La culpa ya sé yo de quién es. No hubo más remedio que resignarse. Don Pantaleón hallaba prematuro el matrimonio. Los hombres, según decía su esposa, miran las cosas de un modo prosaico; se fijan en el porvenir, en las necesidades y obligaciones que trae consigo; todo lo ven de color negro.
Y sin vacilación se colgó del cuello la bolsita, con el mismo aire de un soberano que se ciñese la corona del mundo. La suerte acudió en seguida á sonreirle. Triunfaron inesperadamente los «colorados». Ellos, que llevaban hechas tantas revoluciones, volvieron á apoderarse del gobierno del modo más pacífico y prosaico.
Este empeño en que se constituyò voluntariamente el autor, justifica su principal defecto, que es cierto aire prosaico, que es natural que prevalesca en una obra, despojada del brillante cortejo de las ficciones. Quítese todo lo que hay de fant
Para hablarse necesitaban gritar, porque el ruido del tambor y la gaita y las castañuelas era ensordecedor. De vez en cuando se producía viva llamarada en uno de los ángulos de la plazoleta, subía un cohete y estallaba en el aire. Era Celso, quien, despreciando el bailotéo por grosero y prosaico, se entretenía en dispararlos rodeado de niños.
En sus versos era casi siempre religioso y moral; ya ascético, ya místico, sin mezcla de molinosismos; pero en prosa, como si ya en los versos hubiese gastado toda la poesía de su alma, era de lo más prosaico y realista que puede imaginarse. De esta disonancia entre su palabra rítmica y su palabra desatada del ritmo resultaba una extraña contradicción.
A poco de ver el nieto de los Reyes Católicos reunidas en su sien las coronas de España y Alemania, la primera, por muerte de su padre Don Felipe el Hermoso y locura de Doña Juana, y la segunda, por muerte de su abuelo Maximiliano, apareció uno de esos genios que dejan de tarde en tarde por su valor, por su talento, ó por sus virtudes, una estela luminosa en el prosaico laberinto de intrigas y miserias que se agitan y revuelven en todas las etapas de los siglos.
Pero la generala no se avenía tan bien con el sesgo tranquilo y prosaico que tomaban sus amores; la seguridad, la exactitud de cronómetro de las citas, el amable sosiego que en ellas disfrutaba, la descorazonaron, comenzaron a aburrirla, y en sus adentros le pesaba de que Carmen se hubiese prestado tan gustosa a servirles.
Se llama Luís, tiene 26 años, es rubio, alto, delgado, viste á la francesa, come á la francesa, piensa á la francesa, y no es francés porque su madre tuvo la debilidad de aligerar su carga en cierto lugarejo del prosáico garbanzo y de la judía, que Luís jamás nombra porque cree es poco francés.
Encuentro en la locomotiva que silba y da resoplidos como el viento, y devora el espacio como el rayo, un espiritualismo singular, prosaico si se quiere en sus resultados aparentes, pero infinitamente grandioso en su forma sensible y en sus lejanas ó trascendentales consecuencias.
Verdad es que Ángel sabía mantenerla en tan buena conformidad pintándola a menudo, y para lo porvenir, hasta panoramas enteros, que no por desenvolverse en el prosaico mundo «de cal y canto», dejaban de ser llamativos para la venturosa pareja que había de habitar en ellos.
Palabra del Dia
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