Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de noviembre de 2025
Tal es la tradición que, en su infancia, oyó contar el que esto escribe a fray León Fajardo, respetabilísimo sacerdote y comendador de la Merced. AL POETA ESPA
Y las varoniles doncellas se mostraban tristes, resignándose á una larga inmovilidad en la que sólo verían de lejos á los hermosos militares, mientras aguantaban un chaparrón interminable de versos. Al ver entrar al poeta laureado, corrió inmediatamente á su encuentro el gran Momaren.
JUAN BAUTISTA DIAMANTE fué caballero del hábito de San Juan de Jerusalén y poeta dramático, muy aplaudido, á mediados del siglo XVII. Una parte de sus obras dramáticas se publicaron en Madrid, en colección, en los años de 1670 y 1674 . Encuéntranse entre ellas comedias de todos géneros, y aunque contienen mucho frívolo y mediano, merecen, sin embargo, fijar nuestra atención.
Ante esos movimientos inconcebibles que arrastran por los desiertos infinitos a millares y millares de soles; ante esa colosal catarata, esa lluvia de estrellas que rueda sin cesar por los abismos del espacio; ante esas órbitas inconmensurables; ante esas distancias y velocidades donde la imaginación se pierde, descritas con la firmeza de un sabio y el fuego de un poeta por el barón de Humboldt, el joven presbítero se sintió acometido de un vértigo.
Entre tantas desgracias, representaba una alegría para la ciudad la certeza de que Simoulin, «nuestro poeta», no había muerto.
Yo que siempre trabajo y me desvelo Por parecer que tengo de poeta La gracia, que no quiso darme el cielo: Quisiera despachar á la estafeta Mi alma, ó por los aires, y ponella Sobre las cumbres del nombrado Oeta.
En los países ricos y prósperos, el buen poeta que, por la condición de su ingenio, se hace popular y famoso, se hace también rico.
Si hay bárbaros de bronce que ignoran la preciosa tarea del poeta que parte su alma en dos, dejadlos que devoren la paja de su prosa: no se hicieron para ellos los reinados de Dios. Yo seguiré regando mis dulces pasionarias, a tiempo que musite las místicas plegarias que son como incensarios de mi azul religión;
Perdóname y pide a la fortuna, en el mejor modo que supieres, que nos saque deste miserable trabajo en que estamos puestos los dos; que yo prometo de ponerte una corona de laurel en la cabeza, que no parezcas sino un laureado poeta, y de darte los piensos doblados.
¡Pues ya lo creo! dijo con el entusiasmo de un poeta el padre Ambrosio; mi vida era triste, llena de sufrimientos, llena de recuerdos, combatida por pasiones que había exacerbado la desgracia, y... si hace diez años, no hubiera encontrado a mi paso a esa niña que se arrastraba sobre sus manecitas en los corredores de la casa de vecindad donde me había llevado a vivir mi pobreza... Yo lo había perdido todo; parientes, amigos, afectos, hasta la paz de mi celda, de la cual me arrojaron las necesidades de la nación... la planta marchita y enferma que vegeta sobre un terreno ingrato, siente con delicia, y parece reanimarse al soplo de las auras de la mañana.
Palabra del Dia
Otros Mirando