United States or Bolivia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cuando volvió, me invitó a dar una vuelta por la placita, en que se había reunido alguna gente en derredor de los tocadores de arpa, y al amor de las hermosas hogueras de pino que se habían encendido de trecho en trecho. La plazoleta presentaba un aspecto de animación y de alegría que producían una impresión grata.

No creyó ver sino que con los ojos del alma vio a Cristeta como estaba la primera vez que hablaron: falda muy hueca, de percal, pañoleta de espuma al talle, zapatitos con galgas y moño bajo, lleno de flores; todo el atavío gitanesco; pero no en el cuarto del teatro, sino en aquella plazoleta de la Moncloa situada junto a la fuentecilla.

En un extremo de la plazoleta se levanta la iglesia, pequeña, humilde, con su atrio, su campanario y su tejadillo de pizarra. Rodeándola, sobre una tapia baja, se extiende el cementerio. En Zaro hay siempre un silencio absoluto, casi únicamente interrumpido por la voz cascada del reloj de la iglesia, que da las horas de una manera melancólica, con un tañido de lloro.

Algunos semblantes traslucían el asombro del hecho remotísimo que la Iglesia festejaba, y las pupilas iban como pujadas hacia afuera con estupor semejante al de San Juan y San Pedro camino del sepulcro. Al llegar a la plazoleta de la Catedral, el escudero tuvo que hacer apartar a los rústicos para dar paso a la silla.

Dame pruebas de ello. Escuche su merced. Me maniataron muy bien, y me llevaron por unos barrancos endemoniados hasta dar con una plazoleta donde acampaban los bandidos. Estaba yo haciendo estas reflexiones, cuando se me presentó un hombre vestido de macareno con mucho lujo, y dándome un golpecito en el hombro y sonriéndose con suma gracia, me dijo: Compadre, ¡yo soy Parrón!

Estaba situado en una plazoleta que formaba la Rúa Nueva al desembocar en el muelle, y una de sus fachadas miraba al mar. Reuníanse en él la mayor parte de los capitanes y pilotos que estaban en Sarrió de paso, y casi todos los que sin ejercer el oficio habitaban en la villa, con más los vecinos que sentían de un modo o de otro inclinaciones marítimas.

Lo siento mucho... pero ha llegado usted tarde. En la plazoleta que formaban frente a la casa azul los altos y tupidos rosales, erguíanse cuatro palmeras que, abandonadas muchos años, dejaban colgar las secas ramas como miembros muertos debajo de las palmas nuevas, arrogantes y rumorosas.

Entre el ramaje verde asomaba el extremo de algo semejante á una viga gris; otras veces, esta aparición emergía de un amontonamiento de troncos secos. Al dar vuelta al obstáculo, aparecía una plazoleta de tierra limpia ocupada por varios hombres que vivían, dormían y trabajaban en torno de un artefacto enorme montado sobre ruedas.

Los que morían dejaban una cama libre á los otros que iban llegando. Desnoyers vió cestos que goteaban, llenos de carne informe: piltrafas, huesos rotos, miembros enteros. Los portadores de estos residuos iban al fondo de su parque para enterrarlos en una plazoleta que era el lugar favorito de las lecturas de Chichí.

Y, en efecto, cuando las sombras de la noche invadieron la plazoleta, seguro ya de no llamar la atención, el forastero se aventuró a tomar parte en el baile.