United States or Vanuatu ? Vote for the TOP Country of the Week !


La piedad de ambos es más profunda cada día, y en cada contento o satisfacción de que gozan o que pueden proporcionar a sus semejantes, ven un nuevo beneficio del cielo, por el cual se reconocen más obligados a demostrar su gratitud.

Desde hace cerca de un mes que estoy en Madrid, ¡cuántas cosas tristes he visto! ¡Ni una oración, ni un acto de piedad! Comprendo que padre no vaya a misa, aunque bien pudiera sustituirla con algunos actos de recogimiento y penitencia; pero, ¿y Vd.? ¿y Leocadia? ¿y Pepe? ¡Vivís como herejes!

Deseaba encontrar semejanzas, aunque fuesen remotas, entre la vida de Santa Teresa y la suya, aplicar a las circunstancias en que ella se veía los pensamientos que la mística dedicaba a las vicisitudes de su historia. El espíritu de imitación se apoderaba de la lectora, sin darse ella cuenta de tamaño atrevimiento. La Santa había encontrado refuerzo de piedad en el Tercer Abecedario por Fr.

No piense V. que me falte valor para otra cosa. No me falta valor; me sobra piedad. Mil veces, ansiosa de que me matase, he estado á punto de revelar mi pecado al hombre á quien ofendí cometiéndole.

Cuando Aldea la tenía en público cerca de , hacía marcados, aunque discretos, esfuerzos porque le vieran enamorado de ella; pero cuando aparte y juntos podía hablarla sin testigos, callaba, o daba a la conversación los giros rebuscados de una tranquilidad afectada, huyendo cobardemente toda explicación. ¿Era esto el miedo natural de quien, deseando una dicha, vacila en pedirla temiendo escucharla negada o era un modo de implorar piedad?

Y con el trato frecuente que las dos señoras tenían, doña Silvia llegó también a ejercer gran influencia sobre su amiga, imprimiendo en esta algunos rasgos de su fisonomía moral. Era hombruna, descarada y cuando se ponía en jarras hacía temblar a medio mundo. Más de una vez aguardó en la calle a un acreedor, con acecho de asesino apostado, para insultarle sin piedad delante de la gente que pasaba.

El P. Herrera murió a fines del 78 en su curato de San Sebastián. Poco antes fué llamado al coro de la Catedral de Jalapa, pero el humilde anciano renunció la prebenda. ¡No! ¡No! contestó. No quiero canongías.... De aquí... ¡al cielo, si Dios Nuestro Señor tiene piedad de este pobre pecador! Gabriela casó con Ernesto, y es madre de dos niños tan hermosos como ella. ¿Es feliz? Creo que .

Seguramente que el levitón de don Raimundo no ejercía atracción tal sobre Jacinto y Quilito y el grupo de congresistas de la calle Piedad, que capitaneaban; al contrario, era odio mortal, era terror pánico, lo que experimentaban así que le veían acercarse, dando el hombre tropezones a causa de su miopía.

Bendigo la fisiología y la frenología, nobles y audaces ciencias que, revelando los misterios de la estructura del ser humano, están preparando al mundo para vivir en la era de la justicia, la prevision filosófica y la piedad, renunciando á esas escenas de sangre, de terror y venganza, que constituyen la historia del hombre en su tránsito laborioso de la barbarie á la civilizacion!

Y entonces que cuidaré yo de usted con mimo y con orgullo. Ahora bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza. La bendición». ¡Yo no que se pueda decir más y de manera más genial en tan pocas palabras!