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Actualizado: 20 de junio de 2025
Esta veleidad infatigable está reflejada en casi todos los edificios públicos, en el Luxemburgo tambien, y por esto dije que tiene una historia curiosa y picante. Roberto Harlay de Sancy construyó un edificio, en el terreno que hoy se llama Jardin de Luxemburgo, hácia el año de 1550, y probablemente aquella fábrica se denominaria Hotel de Harlay.
Los pigmeos la habían dejado vacía después de llevarse las seis columnas de hierba prensada, obscura y picante que contenía su interior, tan altas como sus cuerpos. Esta caja iba á ser el féretro de la dulce Popito. Empezaba á ponerse el sol, cuando Gillespie pasó á la popa con la cajita en su diestra.
Cuando esto decía, el señor de Bismarck miraba á Pacorrito con expresión de burla tan picante y maligna, que nuestro insigne héroe se llenó de coraje. En el mismo instante, el tuno del Canciller disparó una bolita de pan con tanta puntería, que por poco deja ciego á Migajas. Pero éste, como era tan prudente y el prototipo de la circunspección, calló y disimuló.
Perico y su hermana, no muy tiernos y afectuosos entre sí, se entendían a maravilla en el terreno de las picardigüelas, y a veces la hermana completaba la frase picante, detenida en labios del hermano por unas miajas de la reserva que inspira la mujer aún al hombre menos capaz de tenerla.
Francisca, que tiene para cada cual su frase picante, exclamó un día dirigiéndose a Paulina: Lo que tú tienes no son ojos, sino linternas sordas... La frase ha hecho fortuna y es corriente, cuando se habla de Paulina, el decir, para distinguirla de su prima del mismo nombre, «la de las linternas sordas.» Su madre lo sabe y es la primera en reírse. Linternas de 10.000 pesos exclamó.
El ingenuo buen humor de Cipriano normalizó los crispados semblantes. El contraste entre la gravedad de los actos realizados y la placidez del que los llevaba á cabo daba á su declaración un picante sabor. Con indiferencia sublime, pisoteaba las leyes y desafiaba á los poderes públicos como un héroe ó como un bandido.
Separadamente se pica también cebolla y se juntan ambos picadillos en una vasija, en proporción de un plato de cebolla por plato y medio de grasa, se añade sal, pimentón, pimienta, clavo, un poquito de canela, otro poquito de pimentón, otro poquito de pimentón picante y orégano.
Dio precipitadamente la vuelta y se metió por un callejón que lindaba con la travesía del Puerto, desembocando en el muelle. Ofreciose de pronto a sus ojos el agua negra de la bahía, que no alumbraban la luna ni las estrellas, y donde los barcos inmóviles parecían más negros aún. Arrimose al parapeto. Una brisa salitrosa, picante, le envolvió la faz.
Conversaba con causticidad y cinismo; estaba muy desasnada, cogíanla de susto pocas cosas, y tenía no sé qué singular y picante atractivo en medio de su fealdad indudable.
Primeramente, un cangilón de sopas de leche, después una fuente muy honda, de un potaje de nabos en ensalada; luego una tortilla de torreznos, seguida de una asadura picante, y, por último, una compota descomunal de manzanas, y mucho queso curado de ovejas.
Palabra del Dia
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