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Actualizado: 17 de junio de 2025
El tren de mercancías pasó, enorme, pesado, haciendo temblar la tierra, y ellos a un lado y otro de la vía le saludaban con espantosa rechifla, le amenazaban con puños y palos, le trataban de tú, remedaban con insolente escarnio los bufidos de la máquina, el desengonzado movimiento de las bielas, y por último pusieron al guardafreno como hoja de perejil.
Se cuecen en agua y sal coles de Bruselas, y bien exprimidas se fríen con manteca de vaca, ajo y perejil; se vuelca el molde, que será de los que dejan agujero en medio, y ese agujero se rellena con las coles, poniendo huevos fritos por encima, y alrededor de la fuente un adorno de huevos duros y patatas fritas.
TORTILLA DE SESOS. Límpiese el seso de la telilla que lo cubre; cuézase poniendo en el agua sal, vinagre, perejil y cebolla; se saca; después de cocido se corta en trocitos, se ponen con unos huevos batidos y se hace la tortilla. TORTILLA CON ANCHOAS. Después de cocidas las anchoas se echan a los huevos batidos y se hace la tortilla.
De tal modo le sonrió este deseo que aquella misma tarde comenzó á ponerlo en obra, acompañando á la maga en el Perejil y por la noche en la plaza de Mina. Aunque imperfecta y abultada de facciones era María mujer de mucho atractivo y poseía una gracia picante y sensual que á no pocos había seducido.
Lo cual significa que tanto la espinaca como el perejil «no quieren ser trasplantados». Esta frase es de un viejo tratadista de horticultura; yo creo que hubiese encantado al autor de La Voluntad de la Naturaleza, o sea, Schopenhaüer. También acompaña a estas plantas en sus ideas conservadoras la hierbabuena. Ya el nombre lo dice: es una buena hierba.
Tenía absoluta confianza en su elocuencia y sabía que más tarde ó más temprano llegaría á convencerla. Lo peor era que Antoñico rondaba la costa. En cuanto salían de casa ya lo tenían encima. En el Perejil, en la plaza de Mina, en todas partes se pegaba á Soledad como una lapa. La joven, en vez de huirlo, parecía buscarlo, le mostraba un semblante risueño y satisfecho.
HUEVOS A LA POLINAC. Se engrasan unos moldes pequeños; se espolvorean con perejil y en cada uno se casca un huevo bien fresco, colocando todos en una cacerola que tenga agua hirviendo; se deja hervir unos minutos, y se sirven volcándolos a una fuente.
No que él fuese católico ferviente, ni le diese una higa por que se pusiera a los curas como hoja de perejil. Al contrario, toda la vida había profesado ideas bastante heterodoxas y había maldecido de los beatos. Mas ahora se mostraba escandalizado: «Al fin y al cabo, habíamos sido educados en el respeto de la religión, la cual es el único freno para el pueblo.
PESCADILLAS FRITAS. Límpiense bien cuatro o cinco pescadillas, quitando las tripas, dejándoles el hígado; désele cuatro o cinco ligeros cortes en cada lado; hecho esto, se rebozan con harina, se fríen sobre fuego vivo, y se sirven encima de una servilleta doblada y adornada de perejil en rama, espolvoreándola con sal.
Las espinacas y el perejil son metódicos, amigos del orden, muy apegados a la casa donde siempre han vivido y donde, por decirlo así, están vinculadas las tradiciones de sus mayores.
Palabra del Dia
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