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Actualizado: 5 de julio de 2025
Pero Dios mirará por su pueblo, y deparará alguno que, si no tan bravo como los pasados andantes caballeros, a lo menos no les será inferior en el ánimo; y Dios me entiende, y no digo más. ¡Ay! -dijo a este punto la sobrina-; ¡que me maten si no quiere mi señor volver a ser caballero andante!
Está al fin del libro de matrículas de 1566: «Los días pasados me hicieron merced de responderme con aquellos caballeros, los quales vinieron de su tierra de V.m.; y por no ser para más la carta que V.m. me ynbió no escribo más a V.m. el secretario mi señor. Véanse siquiera dos muestras.
-Sí hiciera, por cierto -respondió don Quijote-, si no me la hubiera borrado de la idea la desgracia que poco ha que le sucedió, que es tal, que más estoy para llorarla que para describirla; porque habrán de saber vuestras grandezas que, yendo los días pasados a besarle las manos, y a recebir su bendición, beneplácito y licencia para esta tercera salida, hallé otra de la que buscaba: halléla encantada y convertida de princesa en labradora, de hermosa en fea, de ángel en diablo, de olorosa en pestífera, de bien hablada en rústica, de reposada en brincadora, de luz en tinieblas, y, finalmente, de Dulcinea del Toboso en una villana de Sayago.
Pero, no prosigamos por este camino, que habría materia para llenar un volumen; y vengamos al tema de este articulejo, en el cual vamos á dar á conocer algunas profesiones, que en los siglos pasados tuvieron gran auge, y cuya existencia no nos explicamos ni acertamos á comprender hoy.
Si actualmente son tantos los niños y adolescentes abandonados, que en las capitales viven entre las mayores privaciones y miserias, puede calcularse á qué gran número llegarían éstos en los tiempos pasados, y cuán amarga y triste sería su condición en la sociedad.
Estas repetidas victorias nada mejoraban las necesidades y situacion del ejército: crecian los obstáculos, y las escaseses aumentaban; de tal suerte, que considerándose ya D. José del Valle en una situacion crítica y delicada, determinó variar de ruta para encaminarse á Tinta, donde tenia el rebelde el cuartel general y repuestos de guerra: y bajando para este logro una cañada situada entre elevadas montañas, halló un benigno temperamento, y tanta abundancia de alimentos, que su tropa consiguió reponerse en pocos dias de sus pasados quebrantos, y continuar cómodamente las marchas: bien que con muchos dificultades que superar, así por los estrechos pasos, como por las grandes y profundas cortaduras que los enemigos no supieron defender, ni menos aprovecharse de estas ni otras infinitas ventajas que le proporcionaban aquellos ásperos terrenos, que en muchos parajes la naturaleza ha hecho inaccesibles.
D. TELL. Villanos, si os he quitado Esa mujer, soy quien soy, Y aquí reino en lo que mando, Como el Rey en su Castilla; Que no deben mis pasados A los suyos esta tierra; Que a los moros la ganaron. PELAYO. Ganáronsela a los moros, Y también a los cristianos, Y no debe nada al Rey. D. TELL. Yo soy quien soy... PELAYO. ¡San Macario! ¡qué es aquesto!
Y éste es el suelo que continuo ha sido de mil memorias lamentables lleno en los pasados siglos y presentes. Mas no más justas de su duro seno habrán al claro cielo almas subido, ni aun él sostuvo cuerpos tan valientes.
Pasados los catorce dias, dieron la última envestida, echando porfiados todas sus fuerzas, y pegaron fuego á las casas. Salió el capitan Antonio de Mendoza con espada por un puerta, en que los indios tenian puesta celada, bien disimulada, y apenas dió en ella, cuando le atravesaron los indios con las lanzas, cayendo al punto muerto.
Despacharon, pues, allá algunos Boxos y Chiquitos, que en pocos días llegaron á las tierras de los Quíes, que aunque no hicieron resistencia, no obstante, no se fiaron ni dieron crédito á las caricias y cortesías de los nuestros; antes bien les dieron en cara con el estrago que en ellos habían hecho con sus armas los años pasados, de que aún conservaban muchos las señales y cicatrices; con todo eso, se llevaron consigo los neófitos á unos dos muchachos, para que aprendida la lengua Chiquita, fuesen después intérpretes.
Palabra del Dia
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