Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de mayo de 2025


De ellos se tratará en el párrafo tercero, cuando se hable de los alcaldes mayores y correjidores; tratemos ahora de aquellos que pueden superarse. La ineptitud de los que ocupan los destinos subalternos vendibles y renunciables, es un obstáculo, y no de poco bulto, para dar impulso á la administracion de justicia.

El príncipe fue justo, y contestó inmediatamente haciéndose cargo de esta exigencia de honor, desde el momento en que la publicidad hecha en los periódicos liberales, había colocado a mi hijo en una situación tan especial. El párrafo apareció según Alfonso lo escribiera al principio.

Principiamos la lectura, y á vueltas de bellezas de primer orden nos encontramos con un párrafo que literalmente dice así: En el reino de Aracan, en las islas Filipinas, ningún hombre toma por esposa una doncella so pena de considerarse deshonrado.

11.o La dotacion de las tres clases designadas de alcaldes mayores ó correjidores, si bien no parece justo sea igual, tampoco debe guardar grande desproporcion, porque siendo iguales las tareas y trabajos de su principal instituto, no habrá mas diferencia en su trabajo que la mayor ó menor poblacion de sus distritos, y lo cual tendrá una compensacion separada, igual para todos, como se dirá en el párrafo siguiente.

Dijo algunas generalidades que á él le parecían muy nuevas, pero que en realidad eran viejísimas, y concluyó un párrafo con dos ó tres sentencias plutarquianas, que á él le parecían encajar como de molde, pero que no produjeron sensación ninguna. El esperaba un aplauso: nadie aplaudió. Lázaro estaba acostumbrado á oír aplausos desde el principio: esto le daba estímulo.

Algunas veces, cuando una observación más aguda surgía de la pluma, sonreía; y después de un párrafo largo y compacto en el cual alguno de sus personajes había hablado largo y tendido, reflexionaba un instante, como si tomara aliento, y oíale yo murmurar: «Vamos a ver, ¿qué replicamos?» Y cuando le venía el deseo de hacer confidencias, me llamaba y me decía: «Oiga esto, señorito DomingoRaras veces llegaba a comprenderle. ¿Cómo era posible que me interesara por asuntos de personas a quienes no conocía, a las cuales jamás había visto?

Al salir la gente de misa mayor, Leto, como de costumbre, se quedó, con otros amigos, enfrente del pórtico echando un pitillo, un párrafo y algunas ojeadas maquinales a las villavejanas de todos los días; y hablando, fumando y mirando, vio salir a Nieves con su padre.

Leve escalofrío recorría las filas de mujeres, las cuales se miraban como diciéndose: «¿Eh?, ¿qué tal? ¡Este que lo parla!». Y leído el último párrafo, que terminaba anunciando el próximo advenimiento de una era de perfecta libertad y bienestar absoluto, solían cruzar las manos, sonriendo y sintiéndose tan relajadas en sus fibras, tan blandas y dulces como un plato de huevos moles.

Entre las cartas viene una, de la que literalmente copio un párrafo. Dice así: «Adjunto te mando, hijo mío, el diploma del premio que han logrado en la Exposición de Viena, las esencias de las flores de ese país, que mandaste en tus colecciones.» ¡Hasay! ¡El pájaro del sol! ¡El premio de la Exposición de Viena! Ratelán, tiene razón.

Los que poseen este amor saben unir todos los extremos y atar todos los cabos, y son tan diestros que a fuerza de amor a la esposa de Jesucristo, han logrado tener a su disposición dos tesorerías, que son las del <i>arca-boba</i> de la corte de España y la de los tesoreros de las gracias de la corte de Roma». Ya veis que he parafraseado lo que dijo el <i>Manual</i> en el párrafo del <i>Patriotismo</i>.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando