Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de julio de 2025
Todo aquel conjunto de cielo y montañas me observaba y hacia mí corría... pero todo era frío y severo en su gran majestad. Enséñenme una cosa delicada y cariñosa... la Nela, ¿en dónde está la Nela? Al decir esto, Golfín, descubriendo nuevamente sus ojos a la luz y auxiliándoles con anteojos hábilmente graduados, le ponía en comunicación con la belleza visible. ¡Oh!
Esta hendidura debe comunicar con las galerías de allá dentro, donde está el resoplido que sube y el chorro que baja. De día podrá usted verla perfectamente, pues basta trepar un poco por las piedras del lado izquierdo, para llegar hasta ella. Hay un cómodo asiento. Algunas personas tienen miedo de acercarse; pero la Nela y yo nos sentamos allí muy a menudo a oír cómo resuena la voz del abismo.
Yo me pregunto por qué has empleado el tiempo y el dinero en hacerle un gabán a ese señorito canino, y no se te ha ocurrido comprarle unos zapatos a la Nela. ¡Zapatos a la Nela! exclamó Sofía riendo . Y yo pregunto: ¿para qué los quiere?... Tardaría dos días en romperlos.
¿No oyes? dijo la Nela de improviso, demostrando interés por cosa muy distinta de lo que su amigo decía. ¿Qué? Aquí dentro.... ¡La Trascava!... está hablando. ¡Supersticiosa! El agua no habla, querida Nela. ¿Qué lenguaje ha de saber un chorro de agua? Sólo hay dos cosas que hablan, chiquilla mía; esas dos cosas son la lengua y la conciencia.
Yo tenía una idea sobre esto añadió el ciego con mucha energía una idea con la cual estoy encariñado desde hace algunos meses. Sí, lo sostengo, lo sostengo.... No, no me hacen falta los ojos para esto. Yo le dije a mi padre: «Concibo un tipo de belleza encantadora, un tipo que contiene todas las bellezas posibles; ese tipo es la Nela». Mi padre se echó a reír y me dijo que sí.
Nela, tengo que hablarte de una cosa que te hará saltar de alegría dijo el ciego, cuando estuvieron lejos de la casa . ¡Nela, yo siento en mi corazón un alborozo!... Me parece que el Universo, las ciencias todas, la historia, la filosofía, la Naturaleza, todo eso que he aprendido, se me ha metido dentro y se está paseando por mí... es como una procesión.
Esto que siento son las carcajadas de tus ángeles que juegan dentro de mí. Tú no estás lejos, te veo y no te veo, como cuando vemos con los ojos cerrados». La Nela cerraba los ojos y los volvía a abrir. Habiendo pasado junto a un bosque, dobló el ángulo del camino para llegar a un sitio donde se extendía un gran bardo de zarzas, las más frondosas, las más bonitas y crecidas de todo aquel país.
Aquella piedra grande que está en medio tiene su gran boca, ¿no la ves, Nela?, y en la boca tiene un palillo de dientes; es una planta que se ha nacido sola.
Tú te has acostumbrado a la vida salvaje en contacto directo con la Naturaleza, y prefieres esta libertad grosera a los afectos más dulces de una familia. ¿Has sido tú feliz en esta vida? Empezaba a serlo.... ¿Y cuándo dejaste de serlo? Después de larga pausa, la Nela contestó: Cuando usted vino. ¡Yo!... ¿Qué males he traído? Ninguno: no ha traído sino grandes bienes.
Las estrellas son las miradas de los que se han ido al cielo. Entonces las flores.... Son las miradas de los que se han muerto y no han ido todavía al cielo afirmó la Nela, con la convicción y el aplomo de un doctor . Los muertos son enterrados en la tierra. Como allá abajo no pueden estar sin echar una miradilla a la tierra, echan de sí una cosa que sube en forma y manera de flor.
Palabra del Dia
Otros Mirando