Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de julio de 2025
Esto es burlarse de mí a casquillo quitado. En el pecado llevo la penitencia. El general llama griegos a los fulleros. Hice muy mal en fiarme de un griego desconocido. Nada más lógico que esta fullería y esta infame burla. Narcisito, lo que está usted haciendo conmigo es una maldad. Se me acabó el amor. Aborrezco a usted.
Me amenazan grandes penas y trabajos y conviene restaurar las fuerzas. Me muero de impaciencia por hablar con Narcisito. Tengo mil cosas tristes que decirle ¡Cuantas novedades desde ayer a hoy! Ya es inútil que se presente a mamá. Sería muy mal recibido. Las diez. Voy a hablarle. Central... comunicación con el 4.500.
Oiga usted, Padre González, como quiera que sea, usted tiene casi toda la culpa de que yo haya conocido y tratado a Narcisito, me haya paseado con él por las calles más solitarias del Retiro y por las orillas del estanque, dejando a doña Rita a muy respetable distancia: conque así, apiádese usted de nosotros y predique a mi madre y al general, para que no persistan en que yo me case con ese abominable sobrino...
No es necesario que el público sepa esta determinación que he tomado; pero si la sabe... Ya está ahí Narcisito. Voy a ponerme el sombrero y el abrigo para irme con él. Notabilísimo huésped había llegado al convento de Capuchinos de la villa, allá por los años de 1672.
Ahora es el propio Padre González quien me contesta. Dice que Narcisito no es griego natural y de siempre, sino trashumante y temporero. Dice que es el primer secretario de la legación de España en Atenas y en Constantinopla, que ha venido a Madrid con cuatro meses de real licencia.
Como tengo una jaqueca atroz, sí, la tengo, no es todo estratagema, no he podido acompañar a mamá, que se ha ido al teatro con la vizcondesa. Llegó la hora. ¡Ay, Narcisito! ¡Qué locura! ¡Qué picardía!
Oiga usted, general; repórtese usted y no me insulte. Piense usted lo que se le antoje. Lo que yo pienso y sostengo es que quiero y requiero a Narcisito, aunque ya sé, no diré si con gusto o con rabia, que es sobrino de usted, y que es casi tan insolente como usted, tan burlón y tan desalmado. Usted me ofende de palabra, porque está lejos de mí.
Permítame usted que le presente a D. Narciso Solís. De esta suerte, el Padre González ha tenido la culpa de que yo conozca a Narcisito. Después, la verdadera culpada de que hable yo con Narcisito, de que me ponga con él de acuerdo, y de que el flirteo se convierta en noviazgo, ha sido esa hipocritona de doña Rita.
Solo te ruego que me dejes a mí elegir el mío y que no te empeñes en que yo acceda a lo que el general ayer me proponía. Te lo confieso; hay un tal Narcisito, que a pesar de que ahora se está conduciendo conmigo muy mal, y por ello debiera yo aborrecerle, me tiene perdidamente enamorada, y no lo puedo remediar.
Explíquese usted, doña Rita. ¿Por qué no viene usted a buscarme? ¡Conque usted no ha cumplido la orden de mamá! ¡Conque el general ha tolerado que Narcisito deje a usted plantada y se venga él en la berlina! ¡Doña Rita, es usted un monstruo! Pues, señor, meditemos con serenidad y con calma.
Palabra del Dia
Otros Mirando