United States or Montenegro ? Vote for the TOP Country of the Week !


Es difícil exponer en toda su extensión lo mucho que Moreto tomó de otros poetas. Ya indicamos antes los casos en que había trazado sus obras, ajustándose á otras más antiguas que existen y nos son conocidas, siendo lógico deducir de esto, que hizo lo mismo con algunas otras comedias, hoy raras, ó que se han perdido por completo.

1 El monstruo de la fortuna, de tres ingenios. 2 La Virgen de la Salceda, del maestro León y Calleja. 3 Industrias contra finezas, de D. Agustín Moreto. 4 La dama capitán, fiesta que se representó á S. M., de los Figueroas. 5 También tiene el sol menguante, de tres ingenios. 6 Lo que puede amor y celos, de un ingenio de esta corte. 7 Los amantes de Berona, de D. Cristóbal de Rojas.

Pero la conversión de ésta se verifica á su vez, puesto que su ángel de la guarda, por una ocurrencia singular del poeta, se junta también con la banda de ladrones, vestido como ellos, y la exhorta y persuade de tal suerte, que, arrepentida y llorosa, se consagra á hacer penitencia en una celda inmediata á la de San Franco. Rosæ virginis auct. Leon. Comedias de Moreto.

Sobresalía, en particular, en las comedias de Calderón y de Moreto, muriendo en 1707, á los veinticuatro años de edad. D. Leandro Fernández de Moratín. Cienfuegos. Reforma del teatro español y desaparición del sistema clásico. Gorostiza. Martínez de la Rosa. Bretón de los Herreros. Gil y Zárate. D. Ángel de Saavedra. Hartzenbusch. Larra. García Gutiérrez. Escosura. Zorrilla.

5 Chico Baturí, y siempre es culpa la desdicha, de D. Antonio de Huerta, D. Jerónimo Cáncer y D. Pedro Rosete. 6 Mejor está que estaba, de D. Pedro Calderón. 7 San Franco de Sena, de D. Agustín Moreto. 8 El Hamete de Toledo, de Belmonte y D. Antonio Martínez. 9 La renegada de Valladolid, de Luis de Belmonte y de D. Antonio Bermúdez. 10 Luis Pérez el Gallego, de D. Pedro Calderón.

Y después de pensar y resolver esto, se vistió y se peinó lo mejor que supo, y no volvió a poner en tela de juicio puntos de honra, peligros, ni compromisos de los que D. Víctor tanto gustaba ver en versos de Calderón y de Moreto.

4 También se ama en el abismo, del propio autor. 5 No puede ser, de D. Agustín Moreto. 6 Hacer fineza el desaire, del licenciado D. Diego Calleja. 7 El caballero, de D. Agustín Moreto. 8 El alcázar del secreto, de D. Antonio de Solís. 9 Antes que todo es mi amigo, de D. Fernando de Zárate. 10 El Hamete de Toledo, de Belmonte y de Antonio Martínez.

Era plato propio de sábado, día en que no se podían comer de los animales terrestres sino los despojos. Vélez vuelve a emplearla en los trancos VII y X. Castillo Solórzano, en La Garduña de Sevilla y anzuelo de las bolsas: «¿Cómo alguacil? replicó el mismo alguacil . ¿Conóceme vuesa merced? Moreto, en la jorn.

Para vivir tranquilos y sustentarse en una época de incultura, los poetas buscaban la sombra de la Iglesia y se cubrían con sus hábitos. Lope de Vega, Calderón, Moreto, Tirso de Molina, Mira de Amescua, Tárrega, Argensola, Góngora, Rioja y otros, eran sacerdotes, muchos de ellos después de una vida borrascosa.

De los nuevos poetas dramáticos, que aparecen en este período, ninguno, sin duda, puede elevarse al rango de Lope, Tirso, Alarcón, Calderón, Rojas y Moreto, y, por lo general, ninguno de ellos se distingue tampoco por su talento original, aunque, bajo otros aspectos, tampoco deban considerarse sus obras como desprovistas de todo mérito.