Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de noviembre de 2025
Los militares más jóvenes sacaban el cuerpo fuera del agua, como si quisieran castigar al atrevido con la exhibición de su desnudez. Pretendían asustarlo para despertar de este modo el olvidado pudor de su sexo; proferían palabras de cuartel para que se ruborizase. Pero el desvergonzado gigante sonrió placenteramente, sin pensar en huir, encontrando muy ameno el espectáculo.
Y, por último, la población de indios que reside en todos los puntos militares, formada de deportados, presidiarios que han cumplido su condena y licenciados del Ejército, los cuales se dedican al comercio al menudeo de la localidad, para servir á las familias españolas, y en muy pequeño número á la agricultura, pues los hábitos de holganza y los vicios adquiridos anteriormente pueden más en ellos que el deseo de procurarse una posición desahogada.
Los cartagineses solían maltratar y hasta crucificar á sus generales cuando no vencían. Preferible es el aliento generoso del Senado de Roma que da gracias al Cónsul Varrón por que después de Cannas no desespera de la salud de la patria. Menester es tener confianza en nosotros mismos. Entonces vencerán en tierra los militares y en el mar harán maravillas nuestros marinos.
Los reyes de España tenian la costumbre piadosa de celebrar sus triunfos militares con la ereccion de iglesias, ora se tratase de los Sarracenos, ora de los Portugueses ú otros enemigos.
Tiene universidad literaria muy concurrida, audiencia territorial, es capital de uno de los distritos militares de la Península, ciudad agrícola é industrial.
Porque no sólo van al café los perdidos y maldicientes; también van personas ilustradas y de buena conducta. Hay tertulias de militares, de ingenieros; las de empleados y estudiantes son las que más abundan, y los provincianos forasteros llenan los huecos que aquellos dejan. En un café se oyen las cosas más necias y también las más sublimes.
La vida regalona y sedentaria le hizo echar un poco de tripa como esos militares a quienes el ministro premia concediéndoles una plaza en el ministerio o en el Consejo Supremo y al cabo de dos años no pueden meterse el uniforme, porque les estallan las costuras y les saltan los botones.
Seguían pasando en dirección opuesta los trenes militares. En la estación de Burdeos, la muchedumbre civil, pugnando por salir ó por asaltar nuevos vagones, se confundía con las tropas. Sonaban incesantemente las trompetas para reunir á los soldados. Muchos eran hombres de color, tiradores indígenas con amplios calzones grises y un gorro rojo sobre el rostro negro ó bronceado.
Extrañábase ahora de su anterior torpeza, que le había hecho contemplar a Margalida, meses y meses, como una niña, como un ser asexual, sin percatarse de sus gracias. ¡Qué mujer!... Recordaba con desprecio aquellas señoritas de la ciudad por las que suspiraban los militares recluidos en la fonda.
«Los militares dijo D. Alonso , son esclavos de su deber, y la patria exige a este joven que se embarque para defenderla. En el próximo combate alcanzará usted mucha gloria e ilustrará su nombre con alguna hazaña que quede en la historia para ejemplo de las generaciones futuras.
Palabra del Dia
Otros Mirando